miércoles, 13 de noviembre de 2013

NANCY MOREJÓN





Divertimento


como le gustaría a Rafael Alberti


Entre la espada y el clavel,
amo las utopías.
Amo los arcoiris y el papalote
y amo el cantar del peregrino.
Amo el romance entre el oso y la iguana.
Amo los pasaportes: ¿cuándo dejarán de existir los pasaportes?
Amo los afanes del día y las tabernas
y la guitarra en el atardecer.
Amo una isla atravesada en la garganta de Goliath
como una palma en el centro del Golfo.
Amo a David.
Amo la libertad que es una siempreviva.


De “La quinta de los molinos”

WENDY GUERRA





Literas



Mira que tratamos de alejarnos
Hasta el punto de ensayar volvernos enemigos
Mira que ganamos premios dinero y espacios en museos tan distantes
Mira que me llamas del otro lado del mundo para llorar o reírte de mis miedos
Mira que pasa el tiempo y me visto y desvisto sin descubrir los años
La escuela ha sido restaurada y los nuevos rostros se confunden a mi paso
Qué inútiles los viajes
Qué estúpido alejarse
Qué agónico este extraño pensamiento de borrar
Todos seguimos durmiendo en las literas sucias
Tú arriba y yo abajo Eternamente
Haciendo el amor Comiendo Defendiéndonos de todo
Desmitificando lo canónico y clásico
Pasando los inviernos como un largo catarro acumulado
Temblando por las notas que la vida nos dará
Mira que estamos lejos pero sigo
Pidiéndote que bajes esa radio WQAM
Que no te muevas tanto
Que me dejes tranquila sin la excesiva promiscuidad que nos ha unido
Dormida en el edificio vertical que nos mantiene Becados
Conectados
Agrupados

Citados
Señalados
Extrañándote tanto
Dormida en la litera sinceramente tuya me despido de ti.



SUSANA MARÍA PÉREZ ROYERO




Lady Store


Estaba en el cine
Luego fue al parque a esperar la guagua
Sólo adornos
Verte subir
Entonces decidirme a ir corriendo a la guagua
Y la mirada no mirada sino con todo el cuerpo
Entonces se me pasó la parada en que me traerían la llave de mi cuarto
Y me quedé sin llave
Pensé en ti para la solución
Tengo un problema
Sí, yo te consigo donde ir a dormir
Me esperabas sentado en el quisito
Ay, déjame la capucha
Y me recostaba y me desrecostaba de ti
Entonces en el camino decía:
No les gusto
No soy como ellos
Que tienen su historia de película o de libro
Porque ando con mi capucha
Y ahí nos abrazamos
Sentí algo por allá abajo
Porque estaba en tu mente
Y te dije que no con los ojos
Seguimos caminando:
¿tenés fuego?
dentro sí pero fuera no
imito el acento
no te hablo más así
no, si eso es lo que me excita
y abriste el picaporte diciendo:
ya nada me sorprende
y subimos
te sentaste en el borde de la cama
recostado a la pared
¿puedo quedarme a dormir aquí?
ay, sí si eso era lo que estaba pensando
que no me quiero quedar a dormir sola
yo registraba todo
y aquella habitación blanca
últimamente me da por registrar en los corazones
era una cápsula de vida, sólo de vida
y cuando me iba poniendo las medias me fuiste poniendo nerviosa
porque pensabas en eso
nos acostamos abrazados
no sé como al principio me resistí
pero luego me entregué con furia
no, no llegué a entregarme
sólo me dejé llevar
primero los labios se rozaban
y luego mientras me ibas diciendo con palabras todo lo que pensaba
me iba encendiendo
este no es el sexo común
y nos besamos con furia
y la mía con la tuya tocando juntas mi sexo
tengo mucha piel con vos
mientras subías de allá abajo
tocando con tu barbilla mi rostro
y cuando me tocaste por fuera del blúmer
nunca nadie me tocó tan suavemente
por primera vez como una malla de nerviecillos
pero después entraste duro con la mano
yo me movía instintivamente con los ojos
cerrados
no te podría mirar a los ojos
sería regresar a la tierra
rayaba en inconciencia
después lloré de felicidad cuando me tocaste
no quería que me vieras sin ropa
y tú querías quitarme la ropa
me quitaste la blusa
y después el ajustador
¿qué es el ajustador?
tanta felicidad que no sale por la risa solamente
me viste el pecho
y entonces me senté para que me pusieras el ajustador
y mientras me lo abrochaba
de espaldas yo
moví el pelo
no me saqués, no me hagas eso
y caí de espaldas en ti
eso repentino fue casi lo mejor
me abrazaste con todo tu cuerpo por detrás
sin hablar de ese impulso que rompió el acto sexual
dos semanas y todavía cuando lo pienso me queda la resaca en el estómago
luego dormimos
¿cómo es posible tanta fluidez,
tan celestial ausencia de conciencia?
luego vestida de monja y con la vulva doliéndome un poquito



SIGFREDO ARIEL






Todo cuanto necesitabas saber
Acerca de mi temperamento



Quienes nacimos lejos del mar
comprendemos mejor el mar
en esas tardes del otoño
que semejan amaneceres.

Ante el amanecer —los que nacimos lejos del mar—nos vemos amenazados desagradablemente por algo que pudiéramos nombrar "la boca del vacío".

Aunque sospeche que no me olvidas en tus
oraciones e incluso no conspires de manera efectiva en contra de mi amor actual recuerda que ha sido tu costumbre incluirme en tus tesis acerca de los desarraigados los sin tierra los sin techo coléricos enfrentados a la patria
no es mi culpa no haber nacido armenio o portugués
ni siquiera haberme ido del lugar donde nací
por conveniencia por amor por impaciencia pura
ni que en tantas ocasiones
el amanecer me descubra
vacío peligrosamente
junto al mar..


GLEYVIS CORO





El amor propio



Pobre de quien perdió la cuenta de las veces que lo abandonaron y ahora sólo le pesa lo vago –la huella inexacta– de aquel error sin número que no dejó de doler u ocurrir porque lo dejara de contar. Dichoso el que conservó su elegancia, manejó sin titubeos la nave de la vida y ahora nada le pesa, sino que lo cuenta, con impetuoso entusiasmo, al círculo de sus parientes. Yo no fui como ellos. Me abandonaron y abandoné en proporciones idénticas. Choqué contra otras naves la nave de la vida, y si el daño no fue recíproco y me hirieron más, no me quejo, porque todo lo que me pegó con saña, le hizo bien a mi poesía.


FINA GARCÍA MARRUZ




El día, en apariencia



El día
en apariencia quieto,
sereno,
inmóvil,
ha hecho abrir el grano,
caer el pétalo,
crecer el pensamiento,
madurar el amor
o la guerra,
y, en un mismo
instante, nacer
y morir.

El día, en majestad,
el serenísimo.