"Un poema si no es una pedrada -y en la sien- es un fiambre de palabras muertas" Ramón Irigoyen
martes, 17 de julio de 2018
ERNESTINA YÉPIZ
Declaración de fe
Me
declaro a favor
de los
amores que se vuelven rutina:
esos
que suelen suscitarse
entre
quienes comen juntos
tres
veces al día;
duermen
tomados de la mano
y
despiertan siempre
a la
misma hora
y en la
misma cama.
Es
decir,
me
declaro a favor
de esos
amantes
que
juegan a besarse
como si
untaran mantequilla
en un
pan de centeno;
y se
aman día a día
—noche
a noche—
con las
mismas tristísimas
y ridículas
frases;
pronunciadas
de tal forma
que
parecen destilar por todo el cuerpo
la miel
de una colmena entera.
CARMEN GONZÁLEZ HUGUET
8.
Me
devora la boca que me besa,
me erosiona la voz que me acaricia
y me da vida la tenaz sevicia
de tu labio trocado en fiel pavesa.
Me asesina la mano que confiesa
lo que la voz no eleva a la caricia
me edifica tu labio y su codicia
que dilapida su lujuria aviesa.
Me reta y me sostiene tu locura,
me desalienta tu vivir sensato,
me desarma y cautiva tu ternura,
y en este canto preso que desato
se me enamoran alma, mente y boca
del mordiente clavel que las desboca.
me erosiona la voz que me acaricia
y me da vida la tenaz sevicia
de tu labio trocado en fiel pavesa.
Me asesina la mano que confiesa
lo que la voz no eleva a la caricia
me edifica tu labio y su codicia
que dilapida su lujuria aviesa.
Me reta y me sostiene tu locura,
me desalienta tu vivir sensato,
me desarma y cautiva tu ternura,
y en este canto preso que desato
se me enamoran alma, mente y boca
del mordiente clavel que las desboca.
De: "Ausencia"
ALBERTO AVENDAÑO
Requiem
Para Karen,
que en sus manos
escucho el caos.
Eris,
cristal que atraviesa mi cráneo;
canto
de iceberg; orilla y desastre,
hoy
beso tu mejilla
mientras
cuelgo esta cuerda antes del último cigarro.
Dame la
fe
para
dejar ir el cansancio
entre
los viejos huesos
que
decoran la cómoda.
Busco
consuelo
en la
caída del esperma
sobre
tu vientre, madre de piedra, ídolo mutilado.
MARIO BOJÓRQUEZ
Como si lentas costas
en mar embravecido
Te
dejaran al puerto la única salida
Y de tu
baja sombra el pie en la orilla
Mordiendo
una esperanza de fallido naufragio
Alza
entonces la cara
Y
enfrenta donde otros abajan la mirada
El
futuro que asoma en tus pasos de tierra firme
Después
recordarás tu pie en la arena
Como
una memoria feliz de un tiempo ya pasado
Y el
sostén de tu pie
Donde
el abismo impere
Servirá
para andar en el aire
Como
aquél que ya sabe
Muy bien
dónde es que pisa
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