martes, 17 de enero de 2017


JOAQUIN PASOS




Construcción de tu cuerpo



Estás desnuda aún, gran flor de sueño,
animal que agita las aguas del alma,
emoción hecha piedra.

Tu realidad vacía pide socorro en la ventana
llora su altura esquiva, resbala su materia,
el deseo de quemarla sube en el sediento fuego.
Bajan sólo las voces, las cintas imposibles amarradas al
recuerdo,
dos o tres pétalos.
Un río de agua negra cruza a través de mi sueño.
Mi esfuerzo de zarcillo se malogra en la torre,
en la lisa torre donde vive tu mano
quiebra las uñas de mis gritos.
¿Hasta cuándo bajarás en tu propia voz,
cuándo brotará tu forma?
Los ascensos ilimitados y las aguas profundas
han construido tu nombre,
yo te ofrezco mi sangre para completar tu ser
para vertirte por dentro,
mi amor te esculpirá la carne tallándote igual a ti,
se realizará tu bella espalda,
existirán al fin tus senos que fueron confiados a la nada,
tus ojos previstos desde la eternidad.

Los pájaros llorarán conmigo al oír por primera vez tu voz,
tu voz escogida entre todas las voces.
trayéndote asida de la lengua,
el agua negra temblará al escuchar tu grito de ¡Materia!

En aires insospechados flota tu tensa arquitectura,
tus medidas luchan contra los abismos,
pero cada uno de tus nervios va siendo colocado,
se prueba la integridad de sus sonidos
para que el victorioso piano toque la música de tu cuerpo
en movimiento.
La derrota del vacío vendrá a colmar mis venas perfumadas
a dar el primer vino a la sed del fuego.
Tu sufrimiento de vivir ha sido catalogado
entre las cosas más lindas del universo,
el tributo de amor más grande que se conoce.
Un temblor ignorado invade tu esencia
pues la emoción de encontrarme aún no conoce las
palabras,
tus oídos sin existencia no recogerán todavía estos versos
pero sabes que te espero en el puente de mi carne
alzando hacia ti mis brazos en llamas
con todo mi pequeño ser pidiendo tu realidad,
rogando la certeza de su sueño.

Tendrás que ser al fin, porque conozco tu perfume secreto,
porque sé tu nombre que nunca ha sido pronunciado,
porque he sentido en el aire el molde de tu cuerpo,
porque encontré en el espacio el lugar de tus manos
y en el tiempo la hora de tu caricia.

Porque este poema tuyo, desde lejos
lo dictas tú en silencio,
porque mis brazos se extienden hacia ti sin quererlo,
porque esto es demasiado para el sueño.



GIOVANNA BENEDETTI




II



Pensarán que inventábamos países de juguetería
calcando en relieve mapas de territorios prohibidos.
Que redondeábamos los riscos de coral, los farallones
con crípticas arboladuras, por imposibles dominios.
Y se nos hará lucir las galas de los amantes vencidos
acusados de una suerte de incoherencia delictiva:
de hacernos guiños falsos en la paradoja del olvido
atrapando las caricias subitáneas del desvelo
que se caen de su estatura
y no se quiebran.

Y se hablará
de encantamientos: que hubo pacto, maleficio.
Que traíamos ya indispuestas las líneas de las manos
y una cartilla de deudas en expansión perpetua.
Que nos habíamos hecho prófugos
de nuestras pobres narrativas
fermentando como espuma la fatiga de los vientos.
Y que atrapados como estábamos
entre el río y su turbulencia
discurríamos hacia arriba, alrededor, sin punto fijo:
(como esas necias crónicas viajeras del paisaje
que se acercan por detrás huyendo de los riesgos).


De: "Música para las fieras"
Premio Nacional Panameño de Literatura Ricardo Miró 2013 (Sección Poesía)


SUSANA CHÁVEZ

  



En el árbol de la voz



A ciegas la luz  vela
y unos ojos se abren para siempre.
Hablo del corazón frente a la muerte,
en el árbol de la voz, con un labio de tierra y otro
de noche,
con un corazón de polvo y otro de viento.
 
Hablo de este amor,
esta navegación entre la bruma,
este amor, este amor.
 
Cada silencio nos llevará a la palabra que nos
refleja,
y en mí toma cuerpo tu soledad,
en tu mirada ausente se deshacen los astros.
A veces te descubro en el rostro que no tuviste,
en la aparición que no merecías.
Y el silencio levanta la cabeza y me mira.
Esta vez volvemos de noche,
los árboles han guardado sus pájaros,
el cansancio estira su lengua para cantarnos al oído.
La noche llegó en tu corazón,
tus ojos se cerraron en la llegada del mundo.
Y sin embargo, de alguna manera, todos lo sabíamos,
y algo parte en dos la memoria,
algo parte en dos a la mujer que peina su alma antes
de entrar al lecho solitario,
y parte también el tiempo de la noche,
como el vaso que cae de la mano de algún niño
asustado,
algo parte en dos lo que estaba partido.



MARINA CENTENO


  

Melancolía



A ratos
las hojas se deshacen
con la melancolía de los que arrastran
su quebranto de gris en el invierno

A ratos
se dispersa el poema en el sillón
y se mece a placer nuestro silencio



ROSA IGLESIAS




Amanecer prohibido



Como un sol arrugado por el peso del día,
en su órbita y sin libertad ..., tú : amanecer prohibido

No te alcanzan las luces de sus fuegos siderales,
no te colman de transparencia los inútiles vientos
que portan simientes de lucha a tu vida
Tú, imposible cosecha de alboradas entre pájaros muertos,
con una moribunda verdad sangrándote en las plumas

No, aún no es capaz, el hombre, de revivir lo que no ha muerto.
No puede levantar con sus manos los escombros de un derrumbe
que ni siquiera ha sido edificado en la idea

No. Nunca nadie pasó por aquí sin haber dejado antes, labrada,
la huella tiritante de su propio miedo, la agonía de su furia
sobre esta blanca razón de infatigable desdicha

Siendo ya , apenas , tú, la hoja que el aire sostiene
domesticada y dócil sobre su pecho,
soy yo , imbatible, el ojo que observa mudo y aterrado
la ingravidez oscilatoria de tu desnudez inquieta

Oh ... cuánta palabra llena, convirtiéndose en hueco,
a golpe de muerte con la impermeabilidad del vacío..

...Todo esto sin fiebre,
pero con la ausencia irrefutable
de una promesa

Bórrame


24 febrero 2012



JOSÉ ÁNGEL VALENTE




El adiós



Entró y se inclinó hasta besarla
porque de ella recibía la fuerza.

(La mujer lo miraba sin respuesta.)

Había un espejo humedecido
que imitaba la vida vagamente.
Se apretó la corbata,
el corazón,
sorbió un café desvanecido y turbio,
explicó sus proyectos
para hoy,
sus sueños para ayer y sus deseos
para nunca jamás.

(Ella lo contemplaba silenciosa.)

Habló de nuevo. Recordó la lucha
de tantos días y el amor
pasado. La vida es algo inesperado,
dijo. (Más frágiles que nunca las palabras.
Al fin calló con el silencio de ella,
se acercó hasta sus labios
y lloró simplemente sobre aquellos
labios ya para siempre sin respuesta.


De: "A modo de esperanza"