sábado, 22 de septiembre de 2012


JESÚS MUNÁRRIZ





De tu presencia guardo, sobre todo...



De tu presencia guardo, sobre todo,
las huellas que dejaron
tus primeras sonrisas
en la confusa sombra
de mi melancolía.


"De aquel amor me quedan estos versos" 1975


AMADO NERVO






Lo más natural



Me dejaste -como ibas de pasada-
lo más inmaterial que es tu mirada.

Yo te dejé -como iba tan de prisa-
lo más inmaterial, que es mi sonrisa.

Pero entre tu mirada y mi risueño
rostro quedó flotando el mismo sueño.


ESTHER GIMÉNEZ





Soneto XVIII  (William Shakespeare)



Apenas te asemejas al verano;
eres dulce y templado en cuanto haces,
por más que el fuerte viento agite Mayo
o el calor del verano se me escape.

A veces el Sol arde demasiado
y otras muchas su oro se oscurece,
pues la belleza acaba declinando
por la Naturaleza o por la Suerte.

Mas tu verano eterno permanece
y nunca perderás tanta hermosura
ni podrá presumir de ensombrecerte

la Muerte si en eternos versos duras.
Mientras hombres respiren y ojos vean
mis letras vivirán y tú con ellas.

ENRIQUE MORÓN





Oda a la circunferencia



Se quebraron los bordes del polígono
y se hicieron flexibles las aristas.
La mañana es redonda y en sus curvas
hay labios circulares y sonrisas.

¡Oh, los giros del monte, los recodos
de las aguas plurales, cristalinas!
¡Oh, las aves que vuelan y consiguen
amenizar silentes geometrías!

¡Contornos de mujer. Pechos que buscan
el hueco justo y frágil de la brisa!
¡Caderas de metal, muslos guijarros,
oscuros ojos y mejillas nítidas!

Todo gira, se mece, se transforma,
su vuelve luz en la fragancia tibia
de la rosa de abril que se abre y vive,
porque vivir es causa curvilínea.

Como un coso de fiestas y clamores
quedó en la luz la curva concebida:
metamorfosis de la línea recta;
principio y fin de cuerpos y de aristas.

De "Odas numerales" 1972



ANTONIO JOSÉ MIALDEA





Soñarte así



Ya sabes que te sueño en los perfiles del mundo.
Allí esperaré tus besos cada tarde.
Soñarte es morir, lo sé, pero no importa.
Morir así es como rescatarme
del sueño de tener que vivir clavado en la memoria
de aquellos besos -¿recuerdas?- que lloraron en el aire.