"Un poema si no es una pedrada -y en la sien- es un fiambre de palabras muertas" Ramón Irigoyen
domingo, 21 de julio de 2019
ANTONIO ALIBERTI
Cuando muchacho...
Cuando
muchacho
me detenía a soñar
en el cuarto más oscuro de la casa
desde donde, los ruidos cotidianos,
se oían casi como una llovizna.
Ellos eran los únicos reales.
Yo lo sabía, pero igual soñaba.
Todos aspiramos a una porción de humo,
a un trozo de piel en donde guarecernos.
He aprendido mucho...
y sigo ignorando tantas cosas como entonces.
Ahora ya no soy yo,
me ha ganado el otro;
y aquél que fui
mira
a éste que soy
con extrañeza:
piensa que ni el gusto por los sueños le ha dejado.
me detenía a soñar
en el cuarto más oscuro de la casa
desde donde, los ruidos cotidianos,
se oían casi como una llovizna.
Ellos eran los únicos reales.
Yo lo sabía, pero igual soñaba.
Todos aspiramos a una porción de humo,
a un trozo de piel en donde guarecernos.
He aprendido mucho...
y sigo ignorando tantas cosas como entonces.
Ahora ya no soy yo,
me ha ganado el otro;
y aquél que fui
mira
a éste que soy
con extrañeza:
piensa que ni el gusto por los sueños le ha dejado.
MARIA MERCEDES CARRANZA
Bogotá, 1982
Nadie
mira a nadie de frente,
de
norte a sur la desconfianza, el recelo
entre
sonrisas y cuidadas cortesías.
Turbios
el aire y el miedo
en
todos los zaguanes y ascensores, en las camas.
Una
lluvia floja cae
como
diluvio: ciudad de mundo
que
no conocerá la alegría.
Olores
blandos que recuerdos parecen
tras
tantos años que en el aire están.
Ciudad
a medio hacer, siempre a punto de parecerse a algo
como
una muchacha que comienza a menstruar,
precaria,
sin belleza alguna.
Patios
decimonónicos con geranios
donde
ancianas señoras todavía sirven chocolate;
patios
de inquilinato
en
los que habitan calcinados la mugre y el dolor.
En
las calles empinadas y siempre crepusculares,
luz
opaca como filtrada por sementinas láminas de alabastro,
ocurren
escenas tan familiares como la muerte y el amor;
estas
calles son el laberinto donde he de andar y desandar
todos
los pasos que al final serán mi vida.
Grises
las paredes, los árboles
y
de los habitantes el aire de la frente a los pies.
A
lo lejos el verde existe, un verde metálico y sereno,
un
verde Patinir de laguna o río,
y
tras los cerros tal vez puede verse el sol.
La
ciudad que amo se parece demasiado a mi vida;
nos
unen el cansancio y el tedio de la convivencia
pero
también la costumbre irremplazable y el viento.
ROBERTO PALENCIA
Besarte
He visto tu cuerpo
me doy cuenta que es mío también.
Acaricio tu alma
y el tiempo es infinito…
Creo en Dios cuando te veo,
cuando me miras…
Besarte es recoger las estrellas,
crear mi firmamento interior.
Todo el amor del Mundo
está en tu mirada...
Todo el amor del Mundo
nos pertenece...
Y qué lindo es enlazarnos...
Porque tenerte…
es guardar los tesoros de miel.
Tenerte…
es cobijar el frío entre mis piernas.
Tenerte…
es contemplar la vida,
recorrerla en minutos,
convertirnos en uno…
Hoy te he contemplado...
como contemplar la noche,
como contemplar la Luna…
y tu mirada es mía
y mi corazón es tuyo.
He visto tu cuerpo
me doy cuenta que es mío también.
Acaricio tu alma
y el tiempo es infinito…
Creo en Dios cuando te veo,
cuando me miras…
Besarte es recoger las estrellas,
crear mi firmamento interior.
Todo el amor del Mundo
está en tu mirada...
Todo el amor del Mundo
nos pertenece...
Y qué lindo es enlazarnos...
Porque tenerte…
es guardar los tesoros de miel.
Tenerte…
es cobijar el frío entre mis piernas.
Tenerte…
es contemplar la vida,
recorrerla en minutos,
convertirnos en uno…
Hoy te he contemplado...
como contemplar la noche,
como contemplar la Luna…
y tu mirada es mía
y mi corazón es tuyo.
IVÁN OÑATE
James Dean
Enfermo
de ti
Con
los labios resecos de fiebre y de sed
un
día desperté
en
el más despiadado de los desiertos.
Desperté
Con
la sabiduría irremediable
de
que en mi carroña
habitaba
un brusco adolescente.
Un
melancólico animal
inepto
para la dicha.
De: “La nada sagrada”
JUAN CALZADILLA
Minimales (12) (fragmento)
Los dioses de la zona tórrida
llevaban macanas.
Ahora llevamos macanas
pero no somos dioses.
La visita que a la pirámide Tikal iba a efectuar la
comitiva concluye en el desastre aéreo donde todos los pasajeros
de la nave perecen
sin que ninguno de
estos
acertara a divisar desde el aire, momentos antes,
cuando el avión sobrevolaba el aeropuerto de Santa
Elena en un último intento de aterrizar, la famosa
pirámide maya.
Por algo se le dice al hombre viajero: su misión
consiste en pasar. En cambio
la
pirámide
siempre queda
llevaban macanas.
Ahora llevamos macanas
pero no somos dioses.
La visita que a la pirámide Tikal iba a efectuar la
comitiva concluye en el desastre aéreo donde todos los pasajeros
de la nave perecen
sin que ninguno de
estos
acertara a divisar desde el aire, momentos antes,
cuando el avión sobrevolaba el aeropuerto de Santa
Elena en un último intento de aterrizar, la famosa
pirámide maya.
Por algo se le dice al hombre viajero: su misión
consiste en pasar. En cambio
la
pirámide
siempre queda
ROBINSON QUINTERO
El poeta da una vuelta a su doble
Frágil
perseguidor que eres tú mismo.
José
Emilio Pacheco
Mi
doble va un paso adelante de mí
y
no un paso atrás
como
acostumbran
otros
dobles:
que
alguien siempre a tus espaldas
te
lleve la contraria
es
inquietante
pero
no es menos amenazador
que
lo haga
cortando
el frente
Es
el pasatiempo de mi doble
coparme
la vista
obligarme
a mirar sobre su hombro:
si
corro a prisa para adelantarlo
corre
antes
si
freno y doy vuelta atrás
para
que siga de largo
él
frena y da vuelta atrás
primero
Me
escondo en la saliente del muro
para
despistarlo
doy
tres vueltas para perderlo
pero
mi doble
un
paso adelante
siempre
va:
perseguido
ineludible
que
soy yo mismo
que
rehace
cuando
apenas hago
que
emborrona
cuando
apenas escribo
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