viernes, 5 de febrero de 2021


 


 

CLEMENTE LÓPEZ TRUJILLO

 


 

Feria de frutas

 

 

Sentido Frutal
este color, estos matices, estos
alborozos de luz en la bandeja pronta;
estas frutas danzando
en mis ojos y en mi boca.

 

Conocimiento del sentido frutal
arraigado en mi alma rumorosa…
penden de mis caricias los racimos
de las uvas utópicas.

 

Nervios dorados de la vida,
cuerdas aladas, fértiles, gozosas
de las frutas danzando
en la feria cordial y honda.

 

Alegría en lo alto de la feria,
en lo más alto de la feria toda:
las estrellas, las estrellas
en el pulso invisible de la sombra.

 

Luz en la luz, más luz,
en esta soledad mía, tan lógica
en esta soledad en que no hay nada
de nadie, sí de mí… Y esta congoja
de la luz en la punta de mis dedos
que humedecen al tacto de las frutas redondas.

 

Oh, mis frutas, las frutas
mías, en mi canción. Mis locas
frutas, este sentido de los colores
de su carne en la carne de mis prosas.

 

Piña

 

Así, con tu epidermis trascendental,
y tus crestas de esmeralda,
y los pezones de tu superficie,
juegan mis manos enguantadas
al ajedrez del gozo en tu tablero
donde se me desnudan, sin sentirlo, las damas.

 

Mamey

 

Llameante es su carne maciza
-raza roja en las manos del héroe-.

 

Su pulpa casi revolucionaria
eclosiona en la boca del poeta.

 

En el crucero fértil de todos los caminos
donde se dan la mano las ideas
-la Poesía y la Revolución-.

 

 

RAMÓN IRIGOYEN

 

 


 


Tus hombros son como un ara

 

 

¿Que elocuencia, desvalida
y casta, hay en tu persona
que en un perenne desastre
a las lágrimas convida?
La frente, Amor, hoy levanto
hasta tu busto en otoño
que es un vaso de suspiros
y una invitación al llanto.
Tus hombros son como un ara
en que la rosa contrita
de un pésame sin sollozos
húmeda se deshojara.
Cuando conmigo estás sola
¿qué lágrimas ideales
te dan un súbito manto
con una súbita aureola?
Te vas entrando al umbrío
corazón, y en él imperas
en una corte luctuosa
con doliente señorío.
Tus hombros son buenos para
un llanto copioso y mudo…
Amor, suave Amor, Amor,
tus hombros son como una ara.

 

 

LOLA VELASCO

 

 


 

Veintinueve de marzo



Qué tristeza
el gris vencido
de tus ojos,
cuando callas
la ironía del fuego.
Sólo entonces
soy culpable del aire.

 

Sucede
cuando te miro.
Todo queda lejos
y abandonado
a la hondura sin límites
de lo intransferible.
Qué extraña
luz
el tiempo.

 

 

ROSAURA ÁLVAREZ

 


 

Soñar

 


Soñar en ti para crearte,
alzarte puro.

 

Ignoran las odas, las danzas,
el alto fuego de mi lengua honda,
las brasas tiernas del lujoso anhelo.
Ignora Eros mi fulgor:
amar como rocío en rosa
para esplender, brizar tus ecos
con gestos nuevos: mansedumbre;
otorgarte tu esencia, tu dosel.

 

Soñar, para exultar. Amar,
para morirnos bellos.

 

MARGARITA ARROYO

 

 


 

Arte mayor (VI)

 

 

Estos fluidos nocturnos
quisieran ser cardumen
para en tu cuerpo mar
chuparle sus naranjos
al árbol de tus poros.
Menguar tu flacidez
con mis labios en punta
hasta extraer el sol
entre tus pliegues.

 

El raspar de mis hélitros
se vacía en suavidades
cargadas de tijeras
entrecortan mi pulso
en espejos filosos.
Siempre quise morir
entre los restos
de miliciano polen.
Me blanquea las retinas
tu hemorragia de peces.



LEONARD NIMOY

 


 

Imágenes de ti

 

 

Tú estás rodeado por imágenes de ti
ahí estás, tan joven y guapo
ahí estás, con una esposa o dos
ahí estás, tan feliz y un poco más
rodeado por imágenes de ti

 

Tus muros están cubiertos
ni un espacio queda.
Qué mal, tu cara tan linda
y tan adorada.
Es que alguna vez te aburres
mirando imágenes de ti?

 

Eres golpeado por un reflector desde arriba,
tus fanáticos gritan palabras de adoración
y tú estás siempre tan ocupado.

 

No te has mareado
mirando imágenes de ti?