miércoles, 28 de junio de 2017


PABLO GARCIA CASADO




1972
                                                                          París, Texas



por qué travis qué hay de esa oscura pregunta
por qué la casa en ruinas por qué él por qué ella
por qué el verano de mil novecientos setenta y uno

qué tuvo que pasar qué clase de química por qué
la huelga en el sector metalúrgico por qué el atasco
por qué llegaron rendidos y aún así se besaron

como si mi vida les fuera en ello


De: "Las afueras"


JOSE MANUEL ARCE




Toda tú



Toda tú eres santuario,
toda blanca;
se ha llenado tu cuerpo de designios.
Tienes la santidad de la esperanza
y la paz
generosa
de los lirios.
Toda tú eres milagro,
das tu lecho
de altas arenas
al naciente río;
enciendes en tu sangre
el claro fuego
y con tu carne pueblas el vacío.
Toda tu,
fervorosa,
temerosa,
frente a tu propio territorio vivo,
junto a los ventanales de tu alma,
bajo la blanca sombra de tu espíritu.
Toda tú,
niña,
blanca,
inmaculada,
santificada en el minuto limpio;
más mujer que la tierra,
más fecunda,
innumerable y grave
como un libro.

Cimiento de las horas,
silenciosa;
vértice de mi amor,
toda camino,
toda
inmanchable altura,
toda tiempo,
inflamada de vida,
toda
río.


ALAÍDE FOPPA




Propiciatoria



Lenta y plácida
sea la vida que corre por mis venas,
largos sueños y dulces despertares
me asistan,
escuchen mis oídos voces quedas,
mientras crece en secreto
la criatura.
¡Ay, que el llanto no empañe mi pupila!
Que por furtivo anhelo
no tiemblen mis pestañas,
ni perturbantes fantasmas me llamen,
mientras vive en mi seno
la criatura.
¿Cómo puedo estar triste
si la rama florece?
No empañe su mirada,
antes que se abra,
el velo de mis lágrimas.
El alma no me pertenece.
Mañana,
desprendida de mí
la criatura,
irá libre y ligero
mi imprudente paso,
y sin temores,
podré dejarme lastimar de nuevo.
Pero hoy, Señor,
aparta de mi lado
las cosas que me hieren:
tiende un camino de arena fina
bajo mi pie cansado,
defiende mi soledad tranquila
y pon sobre mi frente
una corona matinal
de pensamientos claros.


JORGE GAITÁN DURÁN




De repente la música



La pura luz que pasa
Por la calle desierta.
Nada humano
Bajo el cielo abolido.
La blancura absoluta
De la ciudad confunde
La muerte y el sigilo.

De repente la música,
La sombra de los amantes en el agua.




EFREN REBOLLEDO




Magna voluptas



Enciende en la obsidiana de tus ojos
La mirada más tierna y más amante,
Y matiza el marfil de tu semblante
Con la lumbre solar de tus sonrojos.
Cierra tus brazos nítidos y flojos
En torno de mi cuello palpitante,
Y restrega en mi pecho jadeante
Tus pezones coléricos y rojos.
Mírame dulcemente, dulcemente,
Destilando tu beso disolvente
Y sonoro en mi labio que se inclina,
Y déjame chupar tu lengua untuosa
Que exacerba mi fiebre voluptuosa
Y me tienta como una golosina.


[1901]


De: Poemas no coleccionados



MIGUEL ÁNGEL FLORES

  


EXTRANJERA DE LA LLUVIA  la tormenta es de arena



cae la niebla    y el mar acepta su caída
la oscuridad imprime su pie en la playa    y bajo
el viento es más desnuda la roca    no hay piedad
en los confines de su reino


De: Isla de invierno