lunes, 1 de julio de 2013

CARMEN MATUTE




Carta al amante



Por recorrer tu piel a pedacitos
olvidé la piel agrietada
de la patria,
dejé de andar por sus caminos,
no llegué hasta sus aldeas,
ignoré el hambre y la violencia,
sumergida en un orgasmo inacabable.
Así me fui volviendo caracol.
Me fui volviendo tortuga,
oculta en las profundidades de su casa.
Vivía inútil, cantando
como la cigarra de la fábula.
Mi casa no tenía puertas ni ventanas.
Monumental, ¡el egoísmo me envolvía
en su crisálida!
Sin embargo, nuestro amor crecía.
Nuestro amor, que ha sido
un diálogo de años.
Un amarnos a besos,
a golpes a mordiscos.





JOSÉ CARLOS BECERRA



La mujer del cuadro



Lo empiezas a saber,
tu amor va enseñando sus sales de baño, sus fiestas de guardar, sus cenas sin nadie;
a veces, el esqueleto de tu ángel de la guarda
baila en tus ojos,
ciertas avecillas silvestres amanecen temblando en tus manos,
ya el tufo de la crucifixión
no te hace taparte la nariz de niña




EDUARDO MITRE



  
Epílogo



El olor que deja
en la piel la ausencia.

El sabor de un nombre
que quema la lengua.

El dolor que queda
en la mujer y el hombre.

Y el tiempo que cuelga
las cuatro estaciones.

De "Líneas de Otoño"


ANTONIO ALFECA



  
El final de los tiempos



La calle y su frío dolor inútil.
Wolframio, el melancólico escaparate
que tras de ti proyecta su mortal sombra.

El bolero y la diva de quien cae el brazalete, el despojo
de las glorias en que horas había
y era posible la idea: Piensa en mí.

El abrazo o el penúltimo rescoldo del fuego último,
la media sonrisa letal y acibarada,
el banco de una noche extremoungida,

la suerte y su venganza coincidente,
el lógico error del beso a ambos lados del rostro,
piruetas de Cicerón: De amicitia.

El cielo indistinto: transparente alabastro a trozos.
Hundir en aoristo, paralelas del cansancio;
reverbero, rechinar, fractura de almas.

Y el sándalo se derrama como un horror
y abiertos los sepulcros recuerdan otras calles:
fatal perfume o radiografía.

Ya no es hora. Ya el ojo inmortal
del universo se deslíe y difumina.
El adiós más cruel consiste en un hasta mañana.


VÍCTOR DE LA HOZ




Espejo


Inestable sensación de fluir libremente,
Caminando entre divagaciones útiles y
Un poco confusas

Yo me siento a tu lado,
Sensatamente abierto a tu regazo,
A unas cuantas palabras
Engañosas,
Inicuas,
Quejumbrosas,

Y en el devenir de personas internas
/ Inciertas y desconocidas
Te regalo un poema alusivo a los colores y la textura de tu espejo

Cristalino

Indeleble

Eterno portal al conocimiento de tu imagen.




GONZALO OSSES VILCHES




Toque de queda


Quédate,
me dijo,
y lo toqué.