"Un poema si no es una pedrada -y en la sien- es un fiambre de palabras muertas" Ramón Irigoyen
sábado, 25 de octubre de 2025
MARGARET RANDALL
Estoy
acá
El
bosque se estaba reduciendo, pero los árboles seguían votando
por
el hacha, porque el hacha era astuta y convencía a los árboles
de
que, como tenía el mango de madera, era uno de ellos.
—Proverbio
turco
El
brazo derecho se me separó del cuerpo
y
cayó por un acantilado
sin
retorno.
Traté
de agarrarlo con el izquierdo
pero
tenía que hacer equilibrio para no caerme
atrás
de mi apéndice.
Allá
va el anillo de turquesa
que
me regalaste. Lo usé
todos
los días de nuestro amor.
Se
me partió el corazón, pero sabía que
la
pérdida iba a ser parte
de
esta fatalidad inminente.
La
esperanza era la gravedad que nos mantuvo
avanzando
hacia una utopía
como
un espejismo en la indecisión.
Sé
que me tengo que recomponer,
no
por la ruina mediocre del conformismo
sino
como armadura de resistencia.
Decepción
por 70 millones de
compatriotas,
rabia
por su complicidad
y
repugnancia por esa figura de odio,
el
flautista de Hamelin que nos llevaría
a
los hornos,
sé
que tengo que dejar a un lado
mi
dolor y mi rabia, descender
de
esta altura peligrosa del desprecio,
y
ocupar mi lugar entre los que entienden
el
precio de la libertad
en
una tierra que vendió el alma.
Estoy
acá. Sigo dispuesta. Mayormente capaz.
Abatida
pero ansiosa por compartir
lo
que aprendí con aquellos que
deben
asumir la carga de la necesidad.
Gravedad
también es el poder del arte
en
un horizonte nuevo.
Versión
de Sandra Toro
MATÍAS ROMERO
La
muerte de la rosa
Sola,
mustia, de amor murió la rosa,
del sol enamorada en pleno día,
cuando en su corazón el fuego ardía
del anhelo imposible de ser diosa.
«Diosa ya no hay», le dijo el espacial
astronauta, científico, viajero,
mecánico obediente y personero
de una invasión grosera y material.
Entonces ella al exhalar su aroma
y subir al empíreo en suave vuelo,
oyó que el Sol en encendido idioma
Le dijo: «Esposa, deja el bajo suelo
y ven a ser dentro de mi esplendor
el íntimo secreto del amor».
ÁLVARO DARÍO LARA
Misiva
a Salvador Novo
Desde
la Zona Rosa de México, D. F.
Hoy
he pensado –hondo– en ti,
Salvador Novo,
por decir todos nosotros,
por decir infancia
y adolescencia
de miedos nocturnos
y confesionario cruel.
Hoy,
cuando se han besado,
acariciado,
tomando de la mano
frente a nosotros
hombres y mujeres
que portaban el verde clavel
de los amores
que ayer
no osaban decir su nombre.
Hoy
ellas y ellos
mostraban a los transeúntes
la tibia sonrisa del girasol
un cauce azul ante la lluvia implacable
del insulto y del prejuicio.
Pero hoy
nada turbaba ¿sabes?
a la estrella fulgurando en los labios
a la plenitud de una sonrisa abierta.
Hoy,
ya nadie advertía
–ríos de corbatas y carteras–
el tránsito de otros amores
altos como el cielo
cálidos como este verano.
Puedes dormir en paz
arrullado por el colibrí
de las bellas pasiones,
bebiendo siempre del agua clara
de este nuevo paisaje,
que tiene árboles y calles
ahora más floridos y profundos,
Salvador Novo, amigo, hermano.
(2007)
JACQUES ROUMAIN
Nuevo Sermón Negro
A Tristan Rémy
Le
escupieron su frío desprecio en la cara
Como una bandera negra ondeando al viento golpeada por la nieve
Para convertirlo en el pobre negro el dios de los poderosos
A sus trapos en los adornos del altar
A su canto dulce de miseria
A su quejido tembloroso de banjo
En la bulla orgullosa del órgano
A sus brazos que remolcaban las chalanas pesadas
Sobre el río Jordán
En el arma de los que golpean con la espada
Su cuerpo cansado como el nuestro en las siembras de algodón
Como una brasa ardiente
Como una brasa ardiente en una zarza de rosas blancas
El escudo de oro de su fortuna
Blanquearon su cara negra con el esputo de su frío desprecio
Escupieron sobre tu cara negra
Señor, nuestro amigo, nuestro camarada
Tú que apartaste del rostro de la prostituta
La cortina de caña de sus largos cabellos
sobre el manantial de sus lágrimas
Inventaron
a los ricos a los banqueros a los dueños de las tierras
Convirtieron al hombre sangrante en el dios sanguinario
Oh Judas se burla
Oh Judas se burla:
Cristo entre dos ladrones como una llama desgarrada en la cima del mundo
Alumbraba la rebelión de los esclavos
Pero ahora Cristo está en la casa de los ladrones
Y sus brazos despliegan en las catedrales la sombra amplia de un zamuro
Y en los sótanos de los monasterios el sacerdote cuenta los intereses de los
treinta denarios
Y las torres de las iglesias escupen la muerte sobre las multitudes hambreadas
No los perdonaremos, porque saben lo que hacen
Lincharon a Juan que organizaba el sindicato
Lo persiguieron con perros como a un lobo desesperado en el bosque
Lo guindaron riendo en el tronco de un viejo sicómoro
No, hermanos, camaradas
No rezaremos más
Nuestra rebelión se alza como el grito del pájaro de la tormenta por encima del
ruido podrido de los pantanos
No cantaremos más los tristes spirituals desesperados
Es otro el canto que brota de nuestras gargantas
Desplegamos nuestras banderas rojas
Manchadas por la sangre de nuestros justos
Bajo ese signo marcharemos
Bajo ese signo marchamos
De pie los condenados de la tierra
De pie los presos del hambre.
Versión
de César Panza
LOURDES FERRUFINO
Pronunciamiento
Amé
demasiado la vida
como no debe hacerlo una mujer sensata
la tempestad habita mi pecho
mientras se incendia la vida en tu vaso de alcohol.
No te acerques demasiado, te lo advierto.
Aves desconocidas me traerán ramilletes
para evitar la caída de mis ojos.
Olvida la fertilidad de mi vientre
el alba se encargará de secarlo.
VANIA VARGAS
Acércate
poné
tu oído aquí sobre mi pecho
escuchá
cómo corren los caballos salvajes
Cerrá
los ojos
imaginá
las dimensiones de este desierto
