sábado, 25 de octubre de 2025

MARGARET RANDALL

 

  

Estoy acá

 



El bosque se estaba reduciendo, pero los árboles seguían votando

por el hacha, porque el hacha era astuta y convencía a los árboles

de que, como tenía el mango de madera, era uno de ellos.

—Proverbio turco

 

El brazo derecho se me separó del cuerpo

y cayó por un acantilado

sin retorno.

Traté de agarrarlo con el izquierdo

pero tenía que hacer equilibrio para no caerme

atrás de mi apéndice.

 

Allá va el anillo de turquesa

que me regalaste. Lo usé

todos los días de nuestro amor.

Se me partió el corazón, pero sabía que

la pérdida iba a ser parte

de esta fatalidad inminente.

 

La esperanza era la gravedad que nos mantuvo

avanzando hacia una utopía

como un espejismo en la indecisión.

Sé que me tengo que recomponer,

no por la ruina mediocre del conformismo

sino como armadura de resistencia.

 

Decepción por 70 millones de

compatriotas,

rabia por su complicidad

y repugnancia por esa figura de odio,

el flautista de Hamelin que nos llevaría

a los hornos,

 

sé que tengo que dejar a un lado​​ 

mi dolor y mi rabia, descender

de esta altura peligrosa del desprecio,

y ocupar mi lugar entre los que entienden

el precio de la libertad

en una tierra que vendió el alma.

 

Estoy acá. Sigo dispuesta. Mayormente capaz.

Abatida pero ansiosa por compartir

lo que aprendí con aquellos que

deben asumir la carga de la necesidad.

Gravedad también es el poder del arte

en un horizonte nuevo.

  

Versión de Sandra Toro

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario