"Un poema si no es una pedrada -y en la sien- es un fiambre de palabras muertas" Ramón Irigoyen
lunes, 14 de junio de 2021
RICHARD CRASHAW
Epigramas Divinos: De Sansón a su Dalila.
¿No
podrías una vez enceguecerme, cruel, es suficiente?
Cuando por primera vez que me fijé en ti, he perdido mis ojos.
EARLE BIRNEY
De la rama de avellana
Conocí
a una dama
En
una calle perezosa
Ojos
color avellana
Y
poco felpa pies
Sus
piernas nadaban
Como
trucha encantadora
Los
ojos eran árboles
Donde
los muchachos se inclinaban
Manos
en la oscuridad y
Un
lado del río
Aumento
de los senos redondos
Con
la marea del dedo
Era
gorda como un pinzón
Y
vivir como un salmón
Gay
como seda y
Orgulloso
como un brahmán
Guiñamos
un ojo cuando nos conocimos
Y
nos reímos cuando nos separamos
Nunca
tomó tiempo
Estar
desconsolado
Pero
nadie ve
Donde
la trucha miente ahora
O lo
que se inclina hacia fuera
De
la rama avellana
VICENTE GALLEGO
Rogatorio
Por
la esfera y la cruz
de perfección divinas,
por la idea de un alma
que nos salve en la muerte,
por el alma sin vida del que sufre
el silencio de Dios ante la saña
incomprensible y fría de sus dioses,
por esta soledad
planetaria y devota del amor,
por la arcana razón del sinsentido,
por el sueño de aquél
que en su vuelo encontró
el ciego pedernal de la vigilia;
porque no lo sabré, porque no me sabrá,
por lo que sí sabemos:
por la oscura ceniza
de la rosa de luz que pudo ser,
por el será y él fue
que son el nunca,
por el instante eterno de sentir
esta amarga piedad que es la alegría.
EVA CERECERES
Detras de mi sonrisa
Detrás
de mi sonrisa hubo
heridas, un corazón lleno de
espinas, sueños rotos
Ilusiones muertas!
Detrás de mi sonrisa hubo
cientos de noches en vela
rogando al cielo que mi
dolor, por favor, se fuera.
Había tormentas grandes
luchas internas, había desagrado,
había ira que se ocultaban
detrás de una falsa sonrisa.
Hoy detrás de mi sonrisa
hay amor, alegría y esperanza
Ilusiones y energía renovada
Hoy es el reflejo de mi alma.
ÁNGELA LEITE DE SOUZA
Dame el cuchillo
-Dame
el cuchillo.
-Pásame el tazón.
-¿Me
alcanzas la sopera?
La
mesa
eternamente
puesta
para
la
posible visita.
El espíritu minero
el
arranque hospitalario
imposible
desde el pasado
fijo me mira.