"Un poema si no es una pedrada -y en la sien- es un fiambre de palabras muertas" Ramón Irigoyen
Epigramas Divinos: De Sansón a su Dalila.
¿No podrías una vez enceguecerme, cruel, es suficiente? Cuando por primera vez que me fijé en ti, he perdido mis ojos.
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