jueves, 3 de octubre de 2019


STÉPHANE MALLARMÉ





Don del poema



¡Te traigo aquí a la hija de una noche idumea!
Negra, de ala sangrienta y pálida e implume,
por el vidrio que incendian los aromas y el oro,
por heladas ventanas opacas todavía,
la aurora se arrojó sobre el candil angélico,
¡palmas! y cuando ya mostraba esa reliquia
al padre que enemiga sonrisa aventuraba,
la estéril soledad azul se estremecía.
¡Oh arrulladora, con tu niña y la inocencia
de tus helados pies el nacimiento horrible
acoge, y con tu voz que viola y clave evoca.
¿Oprimirán tus dedos marchitos ese pecho
del que mana en blancura sibilina la hembra
hacia labios que el aire del azul virgen tienta?


Versión de Ulalume González de León

LÉOPOLD SÉDAR SENGHOR



  

Mujer negra



¡Mujer desnuda, mujer negra,
Vestida del color que es tu vida, de tu forma que es
belleza!
Crecí bajo tu sombra; la dulzura de tus manos vendó
mis ojos
Y he aquí que en el corazón del verano y del mediodía,
te descubro
Tierra prometida, desde lo alto de un cuello calcinado
Y tu belleza me fulmina en pleno corazón, como el
alumbramiento de un águila.

Mujer desnuda, mujer oscura
Fruto maduro de carne firme, extasiadas sombras del vino
negro, boca que hace lírica mi boca
Sabanas de horizontes puros, sabanas que se estremecen
a las caricias fervientes del viento del Este
Tam-tam esculpido, tam-tam tendido que ruge bajo los dedos
del vencedor.
Tu voz grave de contralto es el canto espiritual del
Alma.

Mujer desnuda, mujer oscura
Aceite que ningún soplo perturba, aceite quieto en los
flancos del atleta, en los flancos del príncipe de
Malí
Gacela unida a las estrellas, las perlas son estrellas
sobre la noche de tu piel
Delicias de los ojos del espíritu, los reflejos del oro
encarnado sobre tu piel que reverbera
A la sombra de tu cabellera, se ilumina mi angustia
en los soles próximos de tus ojos.

Mujer desnuda, mujer negra
Yo canto tu belleza que pasa, forma que fijo en la Eternidad,
Antes que el destino celoso te reduzca a cenizas,
para nutrir las raíces de la vida.



JORGE ENRIQUE ADOUM




  
Fundación de la ciudad



Y ahora en dónde sobre qué vínculo en qué
botín he de apoyar el alma
en qué piedra por favor en qué
ayer. Nadie me dijo que comenzarían
hoy los siglos de la noche. Lunes
de una ciudad sobre la desolación.

Aquí hubo una población ya desplumada
su cacique en pedazos. ¿Y el plano
de las destrucciones? ¿Y los solares
que trazó el destrozo?

Me voy a inventar una ciudad. Es preciso
fundar un nombre apenas víspera
de una capital como una predicción.
(Yo podría llamarla Imaginada, Abandonada,
Nada.) Solamente un sonido que nadie oye
útil para establecer la propiedad
sobre la duración de los resucitados.

Ah no nacida. Nombrada sólo. Sólo
viento sin ladrido que ahuyentara
el exceso de muerte. Heme aquí
clavando el estandarte de un ruido solitario
jugando con campanarios dibujando
calles inmemoriales enviando especialistas
en provocar el eco para no sentirme
solamente solo sino muchísimo más solo.
Completando la envoltura oral de una ciudad
que fue y que después ha de habitar
el hijo de quién de quién
sepultado vivo en su armadura
que será estatua viva
de una estatua colérica y velluda.
Volcada. Porque no tuvo tiempo todavía
para las acomodaciones nuevas del amor.


De: "Las ocupaciones nocturnas", en Los cuadernos de la tierra.



PIER PAOLO PASOLINI



  

Plegaria escrita por encargo



Te escribe un hijo que frecuenta
la milésima clase de Primaria,
Querido Dios:
ha venido a vernos un tal señor Homais
diciendo que eras Tú.
Se lo creímos,
pero estaba entre nosotros un infeliz
que no hacía más que masturbarse,
día y noche, exhibiéndose incluso
frente a prostitutas e infantes; pues bien…
El señor Homais, querido Dios, te reproducía punto
por punto:
tenía un hermoso traje de lana obscura, chaleco,
una camisa de seda y corbata azul;
llegó de Lyon o de Colonia, no recuerdo bien
Y nos hablaba siempre del mañana
Pero entre nosotros estaba aquel idiota que nos decía
que Axel era tu verdadero nombre…
Todo esto en el Tiempo de los Tiempos

Querido Dios,
líbranos del pensamiento del mañana.
Es del mañana que Tú nos hablaste a través de Ms.
Homais.
Mas nosotros queremos vivir ahora como el idiota
degenerado
que seguía a su Axel
que era también el Diablo: era demasiado bello para
ser sólo Tú.
Vivía de sus rentas, pero no era previsor.
Era pobre, pero no era ahorrador.
Era puro como un ángel, pero no era decente.
Era infeliz y explotado, pero no tenía esperanza.

Querido Dios,
no habría idea del poder si no hubiera idea del mañana,
pero sin el mañana, no sólo la conciencia no tendría
justificación.

Querido Dios,
haz que vivamos como los pájaros del cielo y los lirios
del campo.


De: “Poemas por encargo”



ATTILA JÓZSEF





Eres tan tonta



Eres tan tonta,
corres
como el viento de la mañana.
Un coche podría atropellarte.
Y yo que había limpiado mi mesita:
ahora
la tibia luz de mi pan es más clara.
¡Regresa! Si quieres
compraré una manta para mi cama de hierro,
una manta sencilla y gris:
sienta bien a mi pobreza
y Dios la ama
y a mí también me ama mucho.
Nunca viene demasiado irradiante
pues no quiere
deslumbrar mis ojos
que tanto anhelan mirarte.
Te mirarán muy bien,
te besaré con cuidado;
no te arrancaré la chaqueta
y te haré muchos chistes
pues he inventado tantos desde entonces
para que tú también te alegres.
Vas a ruborizarte,
mirarás la tierra, juntos reiremos
tan alto, que en la vecindad nos oirán
los jornaleros serios y callados,
y en sus sueños
cansados y rotos, ellos también sonreirán.


PEDRO GANDIA





Interior



Llueven y llueven
Torrencialmente
Los cuerpos del estío.

Cierra bien las ventanas
Y abre todos los libros
Para que sólo las palabras te vivan.

……………………(1984)