lunes, 2 de septiembre de 2019


RODOLFO ALONSO





Fronteras



¿Imaginó Machado (‘Si mi pluma valiera
tu pistola’), entre tristes
derrotados que tenían razón
sin embargo, a ese pie
traspasando la línea
ilusoria y real, nítidamente
viva, siendo el mismo
que en Collioure, ahora,
resbala quedamente hacia la tumba
dormida en tierra extraña?

¿O acaso es Walter Benjamín
quien cruje, ante la misma
línea por entonces antípoda
empuñando, en Port Bou, la pistola
capaz de liberarlo, a la vez
de su angustia habitual y los rabiosos
lobeznos de la nada a sus talones?

Uno iba, otro vuelve, y los dos
caen sin verse caer
ante sus vidas rotas,
de espaldas uno y otro
frente a idéntica raya,
pero nosotros vemos, en la misma
frontera los límites del mundo,
la avidez del desierto
roedor y creciente,
los dientes insaciables,
la boca del abismo
indiferente, mudo, seductor.


ESTEBAN MOORE





el siseo lejano de las aguas



“de manera que se sólo ver” *

el siseo lejano de las aguas que desciende de las altas
cumbres/ despierta a las codornices -que con agilidad
y repentina gracia -sacuden su plumaje/ aletean -en el
nido/ —esas aves que no han visto nunca/ del deshielo
la desatada furia de los torrentes/ observan —de la luz
el brillo distinto/ reconocen en ella -señales –secretos
designios

* “de manera que de sólo ver”
Santa Teresa de Jesús, Las Moradas, VI, cap.7.

JUANA BIGNOZZI





Dulce post art nouveau



Desde este balcón miro llover sobre el mar
-Europa provee las imágenes de afiche I ,
cumple los sueños de barrio
su realidad aumenta la cursilería y la verdad-
yo hago una lista donde objetos amados
se mezclan con objetos necesarios
a los que el agua y la distancia confunde y a veces ni rescata

todos vuelven sobre esta calmísima agua
que llega hasta el pie de mi casa
pocos logran tener una cara

si la palabra tiene valor
esta distancia lo probará
si la palabra es vida y los que la manejan viven en ella
ésta es la prueba

si ya pensé mi vida o sea ya la viví
el agua de este mediterráneo tan muerto
es prueba y respuesta


JOAQUIN PASOS





Invento de un nuevo beso

Bela amie, si est de nos:
Ne vos sanz moi, ne sanz vos!
Marie de France



En junio comienza tu estación espiritual con un bostezo
hablando de asuntos adecuados a tu olfato pequeño
leyendo lindas aventuras de amor y de misterio.
Algo hay detrás de ti, cuando
tú misma pretendes custodiar la espalda de tus
pensamientos
cuando tu propia sombra, al verte primavera, se cree
invierno.
Confesar que la lluvia es enemiga del sosiego,
decir "estoy bien" y asustarse del acento,
estar triste a la hora en que se abren los sueños,
esto revela que tratas de desviar tu recuerdo,
de sustraer tu vida a mi secreto.

Simple es la historia universal, como este cuento.

Pero ahora comienzas a gritar en silencio,
a encender cigarrillos sin fuego,
a verte sin espejo.

Como si yo no oyera, mujer, a través de tu cuerpo
el enorme ruido de tu miedo.
Como si no sintiera que nos envuelve el mismo viento ciego!
Porque podemos
sostener con nuestras maños unidas la cabeza del tiempo
que cae con vaivén de péndulo,
porque en junio florecen los recuerdos y maduran los
sueños,
porque lo que hay entre mi fuerza y tu debilidad ya lo
sabemos,
porque estamos detrás de nuestros propios pensamientos
leyendo de nuevo la aventura de amor y de misterio.



ALFONSO CORTÉS





Pasos



Cuando, en el tumulto de la Tierra
sientan los seres su soledad,
dará una tregua eterna la guerra
del Ruido; hundirá en la antigüedad

sus pasos el Hombre y la Mujer,
surcarán la arruga de la frente
de Dios, donde del éxtasis de Ayer
se alza vapor incesantemente…

¡Y quedarán los enamorados
—como despiertos— y dos a dos,
la mirada fija en los Sagrados
Poros, de eterno sudor bañados,
de la frente arrugada de Dios!

FERNANDO FERREIRA DE LOANDA





Ah, soñar con las mudas palabras



Ah, soñar con las mudas
palabras, por silentes
caminos, en la mansedumbre
de las penas olvidadas;
despojado de contenido,
aún existe el náufrago,
exvigía de la bruma,
en la quilla de sepia cargada.

Ahora el esqueleto toma rumbo
por la amura de babor,
ahogado en el gran sueño,
en el caos de su propia alma,
—asombrada sombra blancuzca,
sin brújula,
bajo y sobre las olas
en una cara del prisma.

Del marinero fluye
el silencio
—rosa que escande
los pétalos.



1947