"Un poema si no es una pedrada -y en la sien- es un fiambre de palabras muertas" Ramón Irigoyen
lunes, 29 de enero de 2018
CAMILO PESSANHA
Baja en tierno follaje la colina...
Baja en tierno follaje la colina:
como un cuadro verdoso, adormecido,
que sanase mis ojos que han ardido,
y en los que el fuego del furor declina...
¡Ven, de blanco y del alma del follaje!
Que las ramas tu fina mano aparte.
¡Oh ven! Mis ojos quieren desposarte,
duplicar, virgen, tu serena imagen.
De la zarza ofuscada un asta esquiva
¡cuán delicada te besó en la yema
como una lágrima de rosa viva...
Leve la falda... El aire la menea...
¡Ven! ¡De blanco! ¡Del alma de los árboles!
Alma de genio, carne de camelia...
Versión de Amador Palacios
DAVID ESCOBAR GALINDO
Deja
que el aire libre se libere
más aún, oh Dolor, deja que afine
su transparente fuego Mnemosine
para cantar lo que viviendo muere.
Que así, en lo oscuro, mi estupor inquiere
y en mano abierta el eco se define
ante la espina que la mano hiere.
Deja pues, oh Dolor, que me encamine
hacia la lumbre que mi lumbre quiere,
lenta unidad de noche que termine.
Y así en el blanco oficio que me espere
la vida clara y corporal germine
como si el día sin fronteras fuere.
más aún, oh Dolor, deja que afine
su transparente fuego Mnemosine
para cantar lo que viviendo muere.
Que así, en lo oscuro, mi estupor inquiere
y en mano abierta el eco se define
ante la espina que la mano hiere.
Deja pues, oh Dolor, que me encamine
hacia la lumbre que mi lumbre quiere,
lenta unidad de noche que termine.
Y así en el blanco oficio que me espere
la vida clara y corporal germine
como si el día sin fronteras fuere.
De: "El libro de Lillian"
FRANCISCO GALVEZ
Túnel
Mensajes, mensajes, mensajes
continuos de bienvenida o despedida,
medida de silencio diario,
tan pequeños, tan gigantes.
De: "El paseante"
JORGE ROBLEDO ORTIZ
Te
esperé con la sangre detenida
sobre el silencio en ascuas de tu ausencia.
Te esperé soportando la existencia
como un lebrel al pie de tu partida.
sobre el silencio en ascuas de tu ausencia.
Te esperé soportando la existencia
como un lebrel al pie de tu partida.
Te
esperé casi al borde de la herida
y a dos pasos no más de la demencia.
Te esperé en la angustiosa transparencia
de aquella noche en el reloj vencida.
y a dos pasos no más de la demencia.
Te esperé en la angustiosa transparencia
de aquella noche en el reloj vencida.
Pero
qué inútil la mortal espera:
Sin pensarlo cité la primavera
cuando el invierno helaba mis rosales.
Sin pensarlo cité la primavera
cuando el invierno helaba mis rosales.
Y hoy
que casi olvidaba tu presencia,
me estoy enamorando de tu ausencia
a través de mis propios madrigales.
me estoy enamorando de tu ausencia
a través de mis propios madrigales.
MARÍA CLARA GONZALEZ
Tu olor
a hombre
pasea por mi cuerpo
Tus manos ásperas
calientes
seguras
Mi abandono mi éxtasis
pasea por mi cuerpo
Tus manos ásperas
calientes
seguras
Mi abandono mi éxtasis
El
tuyo
De "Pulso interno"
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