martes, 25 de junio de 2013

THELMA NAVA





Mujer inconveniente



Definitivamente no, señora mía
usted no es la mujer que conviene a su marido.
Carece de imaginación,
utiliza el gastado lenguaje de las mujeres
de nuestros abuelos.
Alterna las visitas a los supermercados
con las telenovelas
y espera con la crema puesta la cuota semanaria
del amor.
Y, sobre todo,
usted no sería capaz de compartir a su marido
como lo hago yo
tranquila y resignadamente con usted. 


RENATO SALES HEREDIA





Morir es más que un hábito…



Morir es más que un hábito,
es un verbo intransitivo en el corazón de la madera.
Si digo madera, digo cielo,
las estrellas del sur, la voz del perro.
Si digo madera, digo Dios.
Morir es un verbo intransitivo.


De: Para que partan los pájaros
Traducción de Felipe Sentelhas


MARCO ANTONIO MONTES DE OCA



  
Carta a un hombre inmóvil



I

Has vivido ecos de un cuerpo a cuerpo
Con escrituras fulminantes
Y quedan en tu espalda
Bordes y signos que ningún ciego sabría leer:
El uñazo de la luz sobre la piedra irrefutable
Mazorcas de lluvia endurecida
Desgranadas sobre el más ronco tambor
Ceros de agua aguaceros
En que la ropa brilla por su ausencia.

II

Plumas de sol exorcizadas o invocadas
Un vino rojo una mujer vestida con tu desnudez
Te hacen volar
Te pillan los dedos en la puerta del orgasmo
Y aúllas y eres lo que no sabías
Grillo eléctrico
Cercenado por la sombra.

III

Mas ahora no te detienes no caminas no corres no vuelas
Estás clavado en tu sitio
Por un firme cabello de mujer
Abrasada sangre abrazada
Velocidad de las ruinas
En la luz dorada
Más fría
Cuanto más cercana.

IV

El universo se ha fugado
Pero la tierra sigue en movimiento.
El viento de la tarde
No apaga las llamas de la bugambilia.
Caminan los recién nacidos
Las noches reman a brazo partido.
El ave roc te traerá
La luna que perdiste.

V

En fin
No te muevas si no quieres
Pero al menos respira
Helado dragón en ciernes;
Quiero ver el aire hendido
Por tus dos rayos de luciérnagas:
La carne es el papel
La escritura es el relámpago.


JAIME AUGUSTO SHELLEY




El Buen Camino



Puedes perderte así un día de fiebre sin saber por dónde
la sangre corriendo emponzoñada puedes perderte así
un día de rabia
Éste es aún el aguerrido mundo de los sueños
Nacerás hoy con buena estrella
  Mirarás y serás reconocido
Tomarán tus palabras como justas
Crecerás en boca de los años
Procrearás bestias desbordantes como espejos
Reirás del cura que visita a su sobrina cada jueves
Irás a misa los domingos
Tu llanto en las cantinas
  Tu amor en los prostíbulos hasta que
  santo día de fiesta
de sed y de atropello giman tus huesos de por tierra
Día de fiesta en parques y alamedas
Día de flores y lamentos
Voces graves en latín pronunciarán tu nombre
al cantar emocionadas la oculta importancia de tu vida
Y nada todo ello una tarde así
de asco de deseo de sol balanceando
sombras de eucalipto sobre un mármol casi blanco
Casi tuyo


JAVIER EGEA



  
Quizá me confundí de calle y de aventura...


Quizá me confundí de calle y de aventura
pero ya me conocen sus farolas y el alba,
ya conocen mi sombra, mi canción, mi tristeza
y esta costumbre vieja de andar erguido y solo.



CARMEN MATUTE




Propuesta del higo



Te propongo
la dulzura del higo,
su carne sonrosada,
replegada y húmeda
como un animal marino.

Goza el misterio de este fruto,
su textura de molusco,
su íntimo tamaño.
Tersa,
su pulpa
apremiará el deseo
de tu lengua.

Te propongo
las delicias del higo.
Muerde su violado,
desamparado centro,
prueba de nuevo -empecinado-
su carne
que guarda mieles y diluvios.

Las delicias y dulzura del higo
-pequeño y desbordado-
tan sólo te propongo.
Que tu boca profunda
se demore
en el dulzor secreto,
que asalte con lentitud
su carne desvelada.

Deja que a tu paladar
traiga la memoria
de sabores primitivos.