martes, 14 de febrero de 2012


MARCELA ALBORNOZ



Sin respiro


Está oscuro
apenas hay una tenue luz en mis muslos
y ya no tengo voz para decirte cosas al oído
nuestras sombras se mojan con la lluvia
de mis piernas
adivinando en la oscuridad
la lengua pide redención
y apura el silencio o el grito
no hay respiro
por un instante muero
en blanco
en paisaje
y lluvia
en celo
en cielo
los huesos vuelven a su lugar
y la piel se florece de tanta humedad
un silencio de aguas
un beso de luz
para tanta oscuridad.

FELIPE RUIZ




co
bi
jo


III

EL amor
fue sólo el beso
que nos dieron al parir
y antes de morir

la miseria es carnicera per se
comemos el charqui de los que no congelan
el calor de las perreras
compartimos sin equipaje
mediagua y entera motel
nos damos
de rodillas de espalda
de frente
padre y madre
padre e hija
mi padre abuelo

MARISOL BAEZA



Lamento


Tengo un dolor que me arranca la sangre con que vivo
¿cómo te miro a los ojos y despido lo vivido
entre tu alma y mi alma que siendo grande fuimos niños?

¿Cómo te miro a los ojos? y te miento un desamor
¿Cómo te arranco de mí? si eres mi propio corazón

¿Cómo te miro a los ojos sin que me duela la cara
por este calor que me quema de tus ojos que son llamas?

¿Qué hago con este querer que me sobra en las entrañas
me miento tu cobardía me digo que poco tiempo ya falta
y me escondes como a tus rodillas bajo tu larga falda?

Mi corazón ha pensado fabricarte un olvido
pero no encuentra la forma de tejer su nido
¿Dónde dejo la memoria? que trenza tu nombre al mío
¿Dónde escondo los besos que dejaste en mí?

Este dolor que me arranca la sangre con que vivo
si dejara de amarte mi alma tendría frío
mis cuencas se secarían y no tendría olvido.

¿Qué le dirás a Dios cuando mi cuerpo yazga frío?
y vestido de Fraile me enciendas los cirios.

Tu vestido me pesa como la cruz a Cristo
aquel viernes dolorido.

Nadie verá los besos que te he calcado en la boca
ni la caricia suave bajo tu ropa

Cuando tus ojos se alcen a la cruz de madera
te dirá Cristo al oído si oírlo quisieras,

“A mí no me engañaste” si amarla hubieras querido
Mi mano ciertamente te habría bendecido.

FLORENCIA SMITHS



16 de agosto


Una ventanita para mirar por los 28
apenas una ranura indiscreta
para observarme
para grabar la forma
en que la vida ha tomado cuerpo
en mi carne
Una ventanita como en un cuadro:
los años de universidad pasando
las conductas, los deseos, los sigilos
la soledad
como un hondo agujero en el pecho
¿acaso se puede mirar por ese agujero?
y ver hacia el otro lado
un horizonte enlutado
un para siempre a los 9
una ranura de seda agrietando el pasado
Pero ya no tengo suerte con las palabras
digo mal la vida
a los 28 digo apenas mal la poca vida
y me asusto imaginando
el paisaje a los 40
Una ventanita empañada
que a los 9 se limpia
con una manita blanca
con una palabra garabateada en un diario
con una señora robusta a mi espalda
mirándome de frente
a través del espejo
en que me miro estupefacta.

CLAUDIA CURIMIL HERNÁNDEZ



Versos de paso:

23

Qué lindo cuando los hombres se cansan.
A veces se sientan
y miran el sol