"Un poema si no es una pedrada -y en la sien- es un fiambre de palabras muertas" Ramón Irigoyen
lunes, 27 de agosto de 2018
SEBASTIÁN CORREA POSADA
Ahí
En
los intervalos de tu sonrisa
en
el espacio de tus labios al brillar
en
el armónico de tu risa
suena
el campanero en si mayor
AZUL CHÁVEZ
1° de enero de algún año que viví
entras
a facebook
&
te das cuenta de que existe gente feliz.
muchas
personas no dudan en convertir su alegría
en
estados virtuales, ni tampoco
dejan
de mostrar sus deliciosas cenas
ni
sus elegantes atuendos en fotografías .
es
bueno saber que las cosas son así,
que
no todos pasan el año nuevo
como
yo
en
boxers leyendo a ginsberg
con
una botella de vino
&
un poco de marihuana.
AMOS OZ
Chandartal
Mana. Se detiene. Fluye.
Sale y de nuevo se detiene.
Un manantial vacilante
en el patio del monasterio.
Es la región de Ladakh, «la tierra
de los hijos de la luna». Has llegado aquí
por el río de la luna, el Chandar,
a través del lago Chandartal.
Tiksa se llama el pueblo,
Tiksa Gumpa se llama el monasterio,
y la mujer se llama María. Eres
al único que recuerda.
El que besó sus pies.
Y se refiere a ti.
Tú. Acércate a mí.
¿Sabías que aquí en Ladakh
existe la costumbre
de casar a una novia
con dos o tres hermanos?
Eres al único que recuerda.
Fluye. Vacila. Se para
y vuelve a salir. Un manantial
en una esquina del patio del monasterio.
La piedra aquí no está tallada
está revocada de blanco y rojo
el monasterio se llama Tiksa Gumpa
y María se llama la mujer. Acércate
a mí. No temas. Te estoy
hablando a ti. Esta noche
mis labios abrirás. Esta noche
estaré contigo. Tiksa Gumpa
se llama el monasterio y el lago se llama
Chandartal.
De: "El mismo mar"
Mana. Se detiene. Fluye.
Sale y de nuevo se detiene.
Un manantial vacilante
en el patio del monasterio.
Es la región de Ladakh, «la tierra
de los hijos de la luna». Has llegado aquí
por el río de la luna, el Chandar,
a través del lago Chandartal.
Tiksa se llama el pueblo,
Tiksa Gumpa se llama el monasterio,
y la mujer se llama María. Eres
al único que recuerda.
El que besó sus pies.
Y se refiere a ti.
Tú. Acércate a mí.
¿Sabías que aquí en Ladakh
existe la costumbre
de casar a una novia
con dos o tres hermanos?
Eres al único que recuerda.
Fluye. Vacila. Se para
y vuelve a salir. Un manantial
en una esquina del patio del monasterio.
La piedra aquí no está tallada
está revocada de blanco y rojo
el monasterio se llama Tiksa Gumpa
y María se llama la mujer. Acércate
a mí. No temas. Te estoy
hablando a ti. Esta noche
mis labios abrirás. Esta noche
estaré contigo. Tiksa Gumpa
se llama el monasterio y el lago se llama
Chandartal.
De: "El mismo mar"
Versión
de Raquel García Lozano
YEHUDA HA-LEVI
2.
Graciosa
gacela, con tu hermosura me cautivaste,
cruelmente me esclavizaste en tu prisión.
Desde que la ausencia se interpuso entre nosotros
no he encontrado figura comprable a tu belleza.
Saboreo una roja manzana cuyo aroma es como
la fragancia de tu rostro y tu atavío;
tiene la misma forma de tus pechos y el color
de ese rubí que asoma a tus mejillas.
cruelmente me esclavizaste en tu prisión.
Desde que la ausencia se interpuso entre nosotros
no he encontrado figura comprable a tu belleza.
Saboreo una roja manzana cuyo aroma es como
la fragancia de tu rostro y tu atavío;
tiene la misma forma de tus pechos y el color
de ese rubí que asoma a tus mejillas.
De: "Poemas de amor y vino"
Versión de Xabier Kintana
LUIS LÓPEZ ANGLADA
Seguirá
siendo el sol, cuando amanece,
hermosamente bello y cada día
la vida será buena todavía
cuando en cada rosal Mayo florece,
Seguirá el mar sereno cuando ofrece
a su virginidad la poesía
de la luna que al cielo desafía
cuando sobre las olas aparece.
Todo seguirá igual que cuando ella
con su callada vocación de estrella
inauguraba todo lo que existe.
Y todo estará igual; el sol, la rosa,
las estrellas, el mar, la luna hermosa;
sólo yo, para siempre, estaré triste...
hermosamente bello y cada día
la vida será buena todavía
cuando en cada rosal Mayo florece,
Seguirá el mar sereno cuando ofrece
a su virginidad la poesía
de la luna que al cielo desafía
cuando sobre las olas aparece.
Todo seguirá igual que cuando ella
con su callada vocación de estrella
inauguraba todo lo que existe.
Y todo estará igual; el sol, la rosa,
las estrellas, el mar, la luna hermosa;
sólo yo, para siempre, estaré triste...
RICARDO MOLINARI
Sí, qué tejado, qué sombra de madera sobre el último
día...
Sí,
qué tejado, qué sombra de madera sobre el último día.
Cantaba el mar en playas de níquel, el mar lleno de sudor,
siempre el mar.
Yo estaba desesperado como si ya no quedara otra vida,
como si el mundo fuera plano
y mi sueño estuviera colgado de una pared.
Sí; el amor, la carne, el triste sueño. Yo no quería morir,
no quise llevar una flor transparente sobre el hombro pasajero;
dejar de ser un pobre árbol sin jacintos.
(Mañana, cuando esté sereno, todo se me ha de volver tonto;
ya estoy sordo
de llevar mis ríos a un corredor;
de dirigirme a una frase viviente entre montañas,
a un vaso de café, a una canción, a toda una noche sin dormir.
Pero el amor es el amor,
y yo tolero lo que me ayuda a ser diferente:
silencio entre dos hojas, espacio entre los hombres.)
Cantaba el mar en playas de níquel, el mar lleno de sudor,
siempre el mar.
Yo estaba desesperado como si ya no quedara otra vida,
como si el mundo fuera plano
y mi sueño estuviera colgado de una pared.
Sí; el amor, la carne, el triste sueño. Yo no quería morir,
no quise llevar una flor transparente sobre el hombro pasajero;
dejar de ser un pobre árbol sin jacintos.
(Mañana, cuando esté sereno, todo se me ha de volver tonto;
ya estoy sordo
de llevar mis ríos a un corredor;
de dirigirme a una frase viviente entre montañas,
a un vaso de café, a una canción, a toda una noche sin dormir.
Pero el amor es el amor,
y yo tolero lo que me ayuda a ser diferente:
silencio entre dos hojas, espacio entre los hombres.)
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