miércoles, 6 de octubre de 2021


 

BENJAMÍN MORALES

 


 

Cuando muera seré el cordero más blanco de mi rebaño.
Un animal pequeño y tibio,
una gota de té,
la triste canción de los pájaros por la mañana.
Mi carne será dispuesta al sol,
se salará,
y entre los habitantes de mi rebaño
listones al cielo,
canción con peso al hombro
y mis hermanos y hermanas
me imaginarán en un rezo regular y silencioso
como el latido del mar entre las rocas.
Mi muerte ha de ser
la más pura flecha de triunfo y redención
y este cuero
doblará las fibras y los juncos
del mundo donde se apoye.
Yo,
el animal más blanco,
sabré que el cielo me ha visto de bruces
postrado entre los huesos de la tierra,
y me iré con calma.

 

JAIME OBISPO

 

 

 

Yo había terminado de soñar con caminar sobre los océanos



Y estaba semi-enamorado de dos lomitas suaves y primaverales
En ese entonces vi
Lampareado
Una película de artes marciales
Donde una mujer muerta
Es el lugar de una gota de un lago de cristal
Donde las espadas no entran
Y ahora
Ya muy lejos de ese día
Soy un simple e insignificante poeta
Orfeo que nunca fue al infierno
Y como siempre antes de ir a una fiesta
Escribo de la melancolía
De la fugitiva y terca vida
Que se abre paso por entre los cuerpos de todos nosotros
Tengo la dirección
Y las señales para el encuentro
Pero por ahora
Prefiero escribir
Mientras escucho por décima vez
Little story
Y en el acordeón lento
Deposito mi vida entera
Durante un segundo
Mientras se desazona mi alma.

 

 

VERA PAVLOVA

 

 

(Ojos míos)

 


Ojos míos

por qué están tristes

a pesar de que me siento alegre

palabras mías

por qué son tan ásperas

a pesar de que soy tierna

actos míos

por qué son tan estúpidos

a pesar de que soy inteligente 

amigos míos

por qué están agotados

a pesar de que soy fuerte

  

Versión de Valeria Guzmán.

 

 


EMILIO COCO

 

  

 

Dejadme ya con ellos, con mis muertos.

Con tía Franca y su tímida sonrisa

dentro del marco oval de oro falso,

que se angustia las veces que no acudo

a la cita habitual de cada sábado.

Debajo está tía Gina que ha llegado

en enero de este año a mi despecho,

sin avisarme se marchó en el día

del bautismo de Alessio. No debías

hacerme esta injusticia. Te he llorado

encerrado en mi cuarto en Espinardo

mientras comían paella con mariscos

y brindaban con cava catalán.

Un poco más arriba están mis padres,

él con trinchera y el cabello espeso,

ella con traje negro, demacrada.

Finalmente, lindando con el techo,

reunidos todos en el mismo nicho,

la madre y dos hermanos de las tías,

el abuelo Michele que leía,

para pasar el tiempo, la Gaceta

mascando caramelos que compraba

con el diario en el bar de calle Roma.

Para ti hemos guardado el mejor sitio,

a la vista de todos, en el centro.

Faltan sólo la lápida y la foto.

 

 

STEFAN GEORGE

  


Las palabras engañan

 


Las palabras engañan – huyen

sólo el canto se apodera del alma –

si sin embargo no te pierdo

sé mi falta y mi perdón.

Dejadme como al niño la sabiduría,

como al niño de los pueblos cantarines

de las salas a las que quiero entrar

de los titanes de las pródigas leyendas.

¡Mofaos de mi suave trabajo!

Pero primero debo admitir

que entre sueños te he visto

y desde el alma te llevo.

 

Versión de José Manuel Recillas

 

 

DIANA MASHKOVA

 

  


Yo amo

 


Amo ver debajo de tus pestañas

La tristeza azul y la melancolía:

En ellas dolorosamente soñaré con la dulzura

O se van a abrir las fuerzas de lejanía.

Yo amo sentir debajo de tus palmas

El deseo y el miedo,

Estar atrapada en las tenazas de tu aspereza,

O navegar por las nubes con dulzura.

Tú acaricias como el viento invisible,

Emborrachas como amapola aturdida,

Yo amo, mi Alegría, amarte,

Y tal vez no importe de que forma.

  

Version de Elmira Khamatova