martes, 16 de agosto de 2022


 

VERÓNICA JAFFÉ

 



En diminutivos

 

 

Después pensé que la poesía
era para lo poquito
(y no sólo por las
aliteraciones).

Para pocos recuerdos
pocas palabras
pocos instantes
en los que

creo ver algo
algo
alguito
poca cosa.

 

De: “De la metáfora, fluida”

 

DIEGO GÓMEZ MANRIQUE

  

canción (Con la beldad me prendistes...)




Con la beldad me prendistes,
con la gracia me robastes,
con la bondad me feristes,
al punto que me mirastes.

De la prisión no recelo,
que de mi grado será,
ni por el robo me duelo,
pues en tal lugar está;

mas del golpe que me distes
con la bondad que mostrastes,
el más triste de los tristes
para siempre me tornastes.

 

Nota: Diego Gómez Manrique de Lara y de Castilla, es el nombre completo de Diego Gómez Manrique, mejor conocido como Gómez Manrique.

 

 

 

ALFRED DE MUSSET

 

  

Al lector

 

 

Mi juventud está toda en este libro ;
lo escribí sin pensar lo que escribía.
Eso se echa de ver, lo reconozco,
sé que hubiera podido corregirlo.

Pero, dado que el hombre cambia tanto,
¿para qué cambiar algo del pasado?
Pobre pájaro, ve, levanta el vuelo,
y que Dios te conduzca a tu destino.

Y en cuanto a ti, lector, seas quien fueres,
lee este libro todo lo que puedas,
no me condenes sin leerlo todo.

Pues mis primeros versos son de niño,
los que vienen después de adolescente,
los últimos apenas son de un hombre.

 

Nota: Louis-Charles-Alfred de Musset, es el nombre completo de Alfred de Musset.

 

 

NANCY BACELO

 

  

Era como Dios. Ocupaba como Dios
el centro de mi plexo.
No es atroz decirlo. Era como Dios.
Yo le rezaba.

 

 

MYRIAM ALBISU

 

 

Memoria

 

 

¡Qué pronto se desvanecen
el dolor y la presencia
de la memoria!
Un instante de luz,…un relámpago,
Luego silencio …penumbra
y las noches se alargan…sin mañana.

 

 

TERESA AMY

 

 

 

Una película del Este



fue altísima,
un torbellino sostenido de escorpiones
al centro debatiéndose y débil ya
por la succión en los muslos las piernas
formidables cazadores ajustaban las ligas como
a través de un tul petrificado pasaban
las imágenes ¿sería para siempre?
¿sólo esa noche? ¿la doble condición de casa y sangre?
¿muda? No había cañaveral hacia abajo ni
piedras firmes ni agua bendecida:
un estertor se disolvía y escapaba cada vez más fuerte
desde donde veía con tanta sed la copa: la medida del duelo
el hilo de un reflejo que iba penetrando
sin importar ya nada ya lejos sin remedio