sábado, 26 de junio de 2021


 

RICHARD CRASHAW

 


 

Dos subieron al templo a orar.

 

 

¿Dos fueron a orar? O más bien dicho*
Uno fue a presumir, el otro a orar:

Uno se para cerca y pisa en lo alto,
Cuando el otro oso no poner su ojo.

Uno más cerca del altar pisado de Dios,
El otro en el altar de Dios.

 

 

*Ver: Lucas XVIII 10-14.

EARLE BIRNEY



 

Agotado



Él inventó un arco iris, pero un rayo cayó sobre él 
la rompió en el lago vueltas de una montaña 
tan grande su mente se desaceleró cuando miraba a ella

Sin embargo, se construyó una cabaña en la orilla
aprendió a asar vientre puercoespín y
llevaba las púas en su cinta del sombrero

Al principio él estaba fuera con el amanecer
si amarilleado brillante como la madera-Columbine 
o fue sólo una polilla fuzzed en una franela de la tormenta
pero se encontró con que el monte estaba claramente viva 
envía mensajes zumbando hacia abajo cada mañana caliente 
resonó proclamas al mediodía y se extendió a cabo 
una blanco guardia de cabra 
antes de dormirse en sus pies en el ocaso

Cuando trató sus ojos en las águilas del lago 
caería como valkyries 
elegir el corte de garganta 
Tomó entonces a esperar 
hasta que el humo de la noche se levantó de la ebullición de la puesta del sol

Pero la luna tallada tótems desconocidos 
fuera de las orillas del lago 
búhos en el bosque beardusky burla de él 
cedros moosehorned rodearon sus pantanos y arrojaron 
sus astas a las estrellas 
a continuación, a pesar de que sabía la montaña dormía los vientos 
fueron dando forma a su pico a una punta de flecha 
a punto

Y ahora sólo podía 
impedir a sí mismo y esperar 
por el gran pedernal para venir a cantar en su corazón

 

 

EDUARDO MOGA

 

  

Bajo los álamos,
las sombras amamantan
grumos de nieve.



 

VICENTE GALLEGO

 

 


 

Septiembre, 2

 

 

 

 

 

Es ahora la vida
esta extraña y frecuente sensación
de sopor y distancia,
y es también una luz que vela el mundo:
salir del caserón tras la comida,
recorrer bajo el sol la carretera
con los ojos ardientes del verano
y sentarme en la roca frente al mar.
Abandonarme entonces
al sonido sin pausa de la tierra
mientras me vence el sueño algún instante
y me moja las sienes con su agua bendita.
Descubrir con asombro renovado
al pescador que vuelve cada tarde,
como vuelven las olas,
como vendrá la brisa con la noche.
Y esperar otra vez sobre la roca,
abrumado en el centro de la vida,
a que la sombra inunde
lentamente mi sombra.

 

 

EVA CERECERES

 

 

 

Dime si miento

 

 

Dime si miento al decir que no vuelas con tu imaginación, que no sientes el mundo, narcisista, derrumbarse a tu alrededor.

Niégame que por las noches le gritas a Dios,
maldiciendo a tu soledad, rogando tan solo
una presencia, por efimera que sea.

Miénteme y di, que te sientes completo,
cuando, lleno de culpa, no logras
ni mirarte al espejo.

Dime si miento al decir que tu marchita alma
implora al tiempo regresar, que detrás de una
mascara te tienes que ocultar.

Miénteme y di, que podrías amar, que sin
medida te sabes entregar, que sabes escuchar
y que reconoces cuando es mejor callar.

Dime si miento al decir que lloras en silencio
la ausencia del éxito, de todos tus anhelos
que no soportas ni siquiera mirar tu reflejo.

 

ÁNGELA LEITE DE SOUZA

 

 

  

Perdí el tren

 


Perdí el tren

 y el miedo

de perder.

 

Perdí el tren

 y el miedo

de perder trenes.

 

Perdí el tren

y el miedo

 de perderte

 

Perdí el tren

y el miedo

de perderte,

¡tren!

 

Perdí el tren

por miedo

de perderte.