sábado, 23 de junio de 2012


JUAN JOSÉ RODRÍGUEZ






Crónica de un deseo



Tu sonido.
Tu habitación atrapada en mis ojos.
Tu retrato. Tu vestido tirado.
Tu cuerpo, materia de luz,
sobre un extremo de la noche.

Mi mano palpa un eco,
tímida forma del canto que es la carne:
perfil de sombra bajo el beso,
cabello largo extendido en la almohada,
nocturna fuente para el pez y el abrazo.

Sólo entonces hay mundo
entre el cristal del ojo y el incendio del sueño.

Tu mirada.
Tu mano se enlaza a mi adiós que es ya la ausencia.
Tu memoria es ceniza de ave: polvo de voz.
Tu silencio, historia del instante, desarbola los días



SANTIAGO VIZCAÍNO





Concavidades



Cuando nos encontramos

la llevé a tomar café.
Hablamos de perros que se pierden
en las vellosidades de la noche,
y con un poco de vino barato
ella se desabrochó las concavidades
mientras yo forré mis huesos con látex
para clavarle una plegaria.

Luego más café
y acompañarle hasta su casa

VIOLETA LUNA





Estoy buscando un dia



Estoy buscando un día
para entenderte a solas.
Un día sin murallas,
sin trampas ni gentíos.
Un día abierto y libre
como un cuaderno al viento.
Y no haya cortaduras
por cada nudo ciego.
Y no haya puñaladas
por cada frase fina.
A ratos,
hacemos cosas grandes,
como mirar al cielo.
para no ver a nadie.
Como cruzar los brazos
por no abrazar a tantos.
Estoy buscando un día
para vivirlo juntos.
La vida es un brebaje
que nunca lo pedimos,
hemos de hacerlo dulce
para beberlo a medias.
Por eso,
pensemos en ser simples
y no perdamos el tiempo.
La vida,
nos vino a desgarrones.
Debemos aceptarla
como una llaga impuesta.
A ratos,
hacemos cosas tristes,
como confiar en alguien
desesperadamente.
Como extender la mano
para salvar al necio
Estoy buscando un día
para poblarnos solos.
Para esperarte siempre
sin aguardar esperas.
A ratos,
hacemos cosas buenas:
como volvernos malos
para que nos sonrían.

FRANCISCO GRANIZO RIBADENEIRA


  



De ti, exacta, la cifra



De ti, exacta, la cifra
del principio y el término,
la plenitud del cero,
la frecuencia infinita.

La total armonía
de tu cuerpo en mi cuerpo,
tu sonido y tu tiempo
y tu peso de vida

Traspasada del nombre
ningún nombre te acoge
más, audible, inefable,

y la mano te sabe
por tu olor y tu porte
de dulcísimo alfanje

Este es mi amor y nada más, acodo
recurriéndote, así, terriblemente,
nacido, desnacido, adolescente
en las albas dulcísimas del lodo.

Sólo de esta mi suerte, de tu modo,
talud de sangre, cántaro cayente,
ordenarás dolor, asiduamente,
zafado peso, acaecer de todo.

Abierto a mi hambre de tus hambres. Duro
pájaro, por la piel, enfurecidos
acúdenme tu olor y ligereza.

¡Tacto! Desde la carne del conjuro,
atacado de todos tus sonidos,
vuélame el corazón, alto, tu presa.


EULER GRANDA





El Amor



Las cosas
son otra cosa debajo del pellejo.
Así
la sed es agua amordazada;
el olvido
es el recuerdo con candado;
la música es flor con alas;
los que nacen ahora
son los muertos mañana;
el hoy es ayer;
la verdad
es la mentira más cerdosa;
el amor
no es más que el desamor con piel de oveja.