martes, 23 de junio de 2015

CHARLES BUKOWSKI


 

Como todos los años desperdiciados


ayer la ebria Alicia
me dio
un frasco de mermelada de breva
y hoy ella
silva
por su gato
pero
el no vendrá
venir-
él está con los caballos
en una
cuba de cerveza
o
en habitación 21
del Hotel
Crown Hill
o está en el
Cracker
Citizens National
Bank
o
arribó a
Nueva York a
5:30 p. m.
con una maleta de papel
y
7 dólares.

cerca a Alicia
en su patio
un ganso de papel
camina
volteado de arriba a bajo
en una caja de cartón que dice :

California
Naranjas.

la ebria Alicia silba.
no bien no bien.
trabaja despaciosamente.
cada quien se esfuerza duro
pero los
dioses.

Alicia entra por una
bebida, viene
afuera,
silba de nuevo
todo el camino hacia una
banca del parque en
El Paso-
y su amor viene
corriendo de los
árboles
ojos abrillantados como un
film de color
y no aguardando
hasta
el Lunes

entramos
juntos.


 

Versión de Rafael Díaz Borbón

 

 

FINA GARCÍA MARRUZ


 

Sabores


Es una trattoria
de callecita apartada
en nuestra primera noche
de Roma. Barre el portal
un niño de Amicis.
Anota el padre la orden,
la madre, al fondo, cocina.
Consuela la minestrona
de frío y fiebre.
Entramos al corazón
de la familia.


 

 

ALBERTO GIRRI




Cuando la idea del yo se aleja


De lo que va adelante
y de lo que sigue atrás,
de lo que dura y de lo que cae,
me deshago,
abandonado quedo
del fuerte soplo,
del suave viento,
y quieto, las espaldas
vueltas las manos hacia arriba,
apoyo en el suelo,
corazón
abjurando de armas, faltas,
de oraciones donde borrar las faltas,
blando organismo, entidad
que ignora cómo decir: “Yo soy”
y en la enfermedad y la muerte,
vejez y nacimiento,
ya no encontrarán lugar,
como no lo encontraría el tigre
para meter su garra,
el rinoceronte el cuerno,
la espada su filo.

Antes hacía, ahora comprendo.


De "Obra poética IV"


 

CÉSAR SIMÓN


  

Los pasos


Más noche que en las calles cabe en uno
cuando pasa. ¿A qué andamos?
Allá creo que existe una muralla.
Cae la desolación a tierra. Es suelo.
Qué charco. Qué silencio.
El límite, qué claro. Noche cruda,
haznos como tu hielo.

El diamante es duro. Está al final.
El azufre es ardiente. Se rebasa,
se vuelca, llega al más allá. Su triunfo
es un delirio. Oh muerte.

Pero nosotros somos turbios.
No cuajamos.
No vemos bien la sombra.
Y, sin embargo, qué ágiles,
qué fugitivos tras la esquina
subimos por la noche,
huimos, nos perdemos
en los años.


 
De "Una noche en vela"

 

ANTONIO GAMONEDA


 

Miro mi desnudez...

 

Miro mi desnudez. Contemplo

la aparición de las heridas blancas.



Envuelto en sábanas mortales,

bebo en las aguas femeninas

la dulzura y la sombra.




 

MIGUEL DE CERVANTES SAAVEDRA


 

 
Galatea


Tanto cuanto el amor convida y llama
al alma con sus gustos de apariencia,
tanto más huye su mortal dolencia
quien sabe el nombre que le da la fama.

Y el pecho opuesto a su amorosa llama,
armado de una honesta resistencia,
poco puede empecerle su inclemencia,
poco su fuego y su rigor le inflama.

Segura está, quien nunca fue querida
ni supo querer bien, de aquella lengua
que en su deshonra se adelgaza y lima;

mas si el querer y el no querer da mengua,
¿en qué ejercicios pasará la vida
la que más que al vivir la honra estima?