miércoles, 12 de diciembre de 2012

HAROLD ALVARADO TENORIO





Cabaret



Que el poema la retrate
sólo como la viste en el tiempo
que quiso darse a tus ojos y a tu alma. 

Hecha de la dura memoria de la carne,
mostraba la astucia y el candor
de quien presentía
la huella que deja otro corazón. 

Así la deseabas. 

Querías someterte al desdén que promete
el oro de la juventud. 

Estabas dispuesto
a sufrir el rigor de sus ojos de hembra
del mejor cabaret: la vida. 

LEOPOLDO ALAS MÍNGUEZ





 Pasión de afecto



En el amor fatal no brilla el pensamiento.
La mente se coagula cuando la sangre estalla.
Vuelve sombrío el ingenio y sin gracia
la fatuidad fanática del fuego.
Yo creo en un amor clarividente,
una efusión borracha de prudencia,
el fruto que se alcanza, las fuentes del desierto.

El riesgo y la pasión están en el afecto,
en un miedo común al abrazarse.
Dormidos, compartir el mismo sueño.
Despiertos, afilar las diferencias.
Amor que no se abisma ni se engaña,
amor que se resuelve en transparencia.


De "La posesión del miedo"

ÁNGEL AUGIER






A la luz de tu sombra conmovida...



A la luz de tu sombra conmovida
deja de escuchar a tantas voces tuyas,
me quedaré desnudo de silencio
cuando me des tu intimidad desnuda.

Los recuerdos que corren por tu sangre
Te han dejado fragante de ternura,
Fuerte eternidad estremecida
Y el color secular que te circunda.

La nostalgia se sube a tus arcadas
Para soñar el sol su ansia madura;
Mientras las ramas verdes te acarician
En el temblor henchido por la lluvia.

Para las sombras de tus corredores
Son mis palabras como sombras mudas
Que quieren saturarse de tus ecos
Y saturan tu paz de albas futuras.

Soneto al patio del Palacio Municipal de La Habana

PABLO NERUDA





La estudiante



Oh tú, más dulce, más interminable
que la dulzura, carnal enamorada
entre las sombras: de otros días
surges llenando de pesado polen
tu copa, en la delicia.
                                     Desde la noche llena
de ultrajes, noche como el vino
desbocado, noche de oxidada púrpura
a ti caí como una torre herida,
y entre las pobres sábanas tu estrella
palpitó contra mí quemando el cielo.
Oh redes del jazmín, oh fuego físico
alimentado en esta nueva sombra,
tinieblas que tocamos apretando
la cintura central, golpeando el tiempo
con sanguinarias ráfagas de espigas.
Amor sin nada más, en el vacío
de una burbuja, amor con calles muertas,
amor, cuando murió toda la vida
y nos dejó encendiendo los rincones.
Mordí mujer, me hundí desvaneciéndome
desde mi fuerza, atesoré racimos,
y salí a caminar de beso en beso,
atado a las caricias, amarrado
a esta gruta de fría cabellera,
a estas piernas por labios recorridas:
hambriento entre los labios de la tierra,
devorando con labios devorados

ROBERTO JUARROZ





Estoy contigo...



Estoy contigo.
Pero por encima de tu hombro
me dice adiós tu mano que se aleja.

Entonces yo contengo mi mano
para que no nos traicione ella también.

E insisto:
estoy contigo.
Los innegables títulos del adiós
abandonan entonces provisoriamente sus derechos.

Y nuestras manos se aquietan
en las equidistancias de estar juntos.

MARÍA ROSAL





Tratándose de usted



Y qué puede importarnos
que los dioses estén de vacaciones,
que bailen casquivanos
en ferias y verbenas,
si luego llegas tú
y levantas mi falda
y hurgas en mi carne.

Muro contra la soledad
son estos versos
que sientes en la boca
como un fusil amable.
Cómplice tu mirada,
sólo te pido, en fin:
perdóname este asalto,
abuso de confianza,
para conmigo misma.