"Un poema si no es una pedrada -y en la sien- es un fiambre de palabras muertas" Ramón Irigoyen
viernes, 20 de enero de 2017
ALDOUS HUXLEY
El espejo
A cámara lenta, la luz de la luna una vez atravesó
el soñador espejo,
donde, hincados, inviolablemente hondos,
viejos secretos no olvidados albergan
inolvidables maravillas.
Pero ahora polvorientas telarañas se entrelazan
por el espejo, el que antaño
viera los dedos que retiraban el oro
de una despreocupada frente;
y las profundidades son cegadas a la luna,
y olvidados sus secretos, nunca dichos.
A cámara lenta, la luz de la luna una vez atravesó
el soñador espejo,
donde, hincados, inviolablemente hondos,
viejos secretos no olvidados albergan
inolvidables maravillas.
Pero ahora polvorientas telarañas se entrelazan
por el espejo, el que antaño
viera los dedos que retiraban el oro
de una despreocupada frente;
y las profundidades son cegadas a la luna,
y olvidados sus secretos, nunca dichos.
CARLOS BARRAL
Al tamaño del cisne
Dormir nonchalamment al'ombre de ses seins
Comme un hameau paisible au pied d'une montagne.
Dormir nonchalamment al'ombre de ses seins
Comme un hameau paisible au pied d'une montagne.
Todo está preparado:
la sábana tan blanca y el silencio
ahora inviolable.
(Yo me hago
a un lado para no estorbarte.)
Ven,
arráncate a los ojos
que ya te desdibujan,
rompe tu invierno gris, oh sonriente
dulce estrella habitada.
Como cuando
sacudes la nieve de tu capucha de pieles
y a las puertas
de tu victoria final sonríes sobre nosotros.
Ellos ignoran que vendrás. Descalza
tu pierna,
el enguantado paso con que llegas
de tu blanco relato. (Sobre el frío
rastro de un cigarrillo clandestino.)
Escucharé.
Me haré insignificante, todavía
más niño a tus orillas,
como el guardián de tu reposo enorme,
y oiré tu vena femoral.
Tan sólo
por consuelo, para que
no me atormente el plazo, ni se pierdan
los episodios húmedos del sueño.
Ven. Descabalga aquí, descansa
de tu hermoso paseo por el parque.
Allá en lo alto, lejos
estará tu cabeza como ausente,
como un bosque vedado que ilumina
lo primero la luz de la mañana
distante aún. Quizás al cabo
de todos estos años, del invierno
de ser pobre y sumiso,
hasta que llegue
mi día,
hasta que vista
mi brillante uniforme, mi dinero
discreto, que permite
cruzar casi dormido los salones...
...Pórticos, suelos
de mármoles, arañas
de cristal cambiándose
reflejos con los sables...
(Tal vez con menos suerte la etiqueta
jovial de los cruceros, ese vaso
partido entre dos islas por la noche.)
...Contigo, a tu tamaño. Si algún día
tu intimidad se hiciese a la medida,
si estuviéramos viéndonos, pensando
en esto sin decirlo, pero en esto,
al borde de una noche sin orden ni concierto,
sin mañana
de lunes...
SOPHIA DE MELLO BREYNER
Nardo
Pesado y denso
Opaco y blanco,
Hecho
De oscura respiración
Y de agitación nocturna.
Pesado y denso
Opaco y blanco,
Hecho
De oscura respiración
Y de agitación nocturna.
Versión de Diana Bellessi
SALVADOR ESPRIU
Final del laberinto
Cuando aquellos dedos sensibles
toquen frágiles músicas
y lentamente vacilen
cambiantes luces de cirios,
sal de la fiesta. Mira
cuánta noche, qué extrema
soledad se te lleva,
por la risa, al hombre
justificado y libre
que nace de tu silencio.
B., 1945-1951
Cuando aquellos dedos sensibles
toquen frágiles músicas
y lentamente vacilen
cambiantes luces de cirios,
sal de la fiesta. Mira
cuánta noche, qué extrema
soledad se te lleva,
por la risa, al hombre
justificado y libre
que nace de tu silencio.
B., 1945-1951
Vidi
aquam egredientem de templo
a latere dextro, alleluia. Et omnes
ad quos pervenit aqua ista s6alvi
facti sunt et dicent: alleluia, alleluia.
a latere dextro, alleluia. Et omnes
ad quos pervenit aqua ista s6alvi
facti sunt et dicent: alleluia, alleluia.
Versión de José Batlló
CÉSAR ANTONIO MOLINA
Lugar sin nombre
Pasadizos apoyados en las nervaduras
donde resuena la resolana de la música.
Abandonado, sumergido en el polvo y en la desgracia,
paciente como el más miserable Job
cuya pena interminable, lenta,
apenas vinimos a turbar.
Manos codiciosas la hurgaron en busca de tesoros.
La ignorancia se cebó sin comprender
que ella misma era el tesoro del que hablaba la leyenda.
Pasadizos apoyados en las nervaduras
donde resuena la resolana de la música.
Abandonado, sumergido en el polvo y en la desgracia,
paciente como el más miserable Job
cuya pena interminable, lenta,
apenas vinimos a turbar.
Manos codiciosas la hurgaron en busca de tesoros.
La ignorancia se cebó sin comprender
que ella misma era el tesoro del que hablaba la leyenda.
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