martes, 17 de diciembre de 2019


FRANCISCO VILLAESPESA





Las lágrimas sonoras de una copla...



Las lágrimas sonoras de una copla
con el perfume de la noche entran
por mi balcón, y todo cuanto duerme
en mi callado corazón despierta.

«¡Amor, amor, amor! Sangre de celos»,
gime la triste copla callejera:
blanca paloma herida que sangrando
a refugiarse a mis recuerdos llega.

¿Ya no recuerdas aquel rostro pálido,
las pupilas tan grandes y tan negras
que te hicieron odiar al amor mismo
y maldecir la vida y la belleza,
y amar el crimen y gustar la sangre
que tibia mana de la herida fresca?

Duerme ya, corazón... Se va la música
aullando de pasión por la calleja.

Y en la paz de la noche sólo late
el tiempo en el reloj que, lento, cuenta
las venturas perdidas para siempre
y los dolores que sufrir te quedan.

«¡Amor, amor, amor'. ¡Que nadie bese
lo que ni en sueños mi esperanza besa!
¡Antes que en brazos de otro amor, prefiero
entre mis brazos contemplarte muerta!


ALLEN GINSBERG




  
Mente mariposa



La mente es como una mariposa
que se posa sobre una rosa
o revolotea en un montón de heces hediondas
baja en picado a un autobús exhausto
o descansa en el porche, en una silla, una flor respirando
-abierta y cerrada balanceando brisa de Tennessee-
Vuela a Texas a un congreso
salta por la maleza en campos petrolíferos
Algunos dicen que estas alas de arco iris tienen alma
otros dicen que son cerebro vacío
alas diminutas automáticas con grandes ojos
que se fijan sobre la página.

                                                     29/2/97, 2:15 a.m.  NYC


De: "Muerte y fama"
Versión de Ana Becciu   



CARILDA OLIVER LABRA





Pero jamás me pidas la tristeza guardada...



Pero jamás me pidas la tristeza guardada.
(Hay una flor que late y un pájaro que llora
y para no escucharme el alba se demora
porque yo sigo siendo la nunca acompañada.)

De estar un poco mía y otro poco cansada
aquí dentro se rompe una humedad sonora;
y soy la que antes era, la de después de ahora;
la misma soñolienta mujer hecha de nada.

¡Pero jamás me toques el corazón difuso!...
(¿Por qué será, Dios mío, el único que uso?)
Perdida absurdamente en la carne que pienso

me voy volviendo pobre, pequeña como adarme,
y por saberlo todo, ya no quiero salvarme
de esta sangre que tiene un azul indefenso.


ANA AJMÁTOVA




  
Epigrama



¿Hubiera podido Beatriz escribir como Dante,
o Laura glorificar las penas de amor?
Yo instauro el estilo para el verbo de la mujer.
¡Dios me ayude a callarlas de nuevo!


(1960)



JUAN JOSÉ MACÍAS





8



el mundo necesita una crisis de tedio

el tedio es la verdadera fisonomía de la conciencia
es la conciencia –su despertar
hacia la monstruosa vacuidad del mundo

ser prescindibles nos vuelve incomparables
no hay razón para el dolor    el dolor para la razón
sólo conviene a lo divino
el tedio nos reivindica en la renuncia

hoy la eternidad nos quisiera de levita

cualquier noche puede ser la gran cena en la casa de los mártires

oh los notables
tienen ese aire de satisfacción
casi asqueroso de los sobrevivientes

para nosotros los hechizados por el tedio
el horror continúa siendo un milagro:

entre las nubes lentas y el museo de las frutas
la belleza es un comienzo sin fin de realidad

y todo es único
y sin importancia–


De: “Expansión de las cosas infinitas”



GERARD MANLEY HOPKINS





¿A qué sirve la belleza mortal?



¿A qué sirve la belleza mortal — peligrosa; pone a danzar
La sangre — la figura de oh-sellad-eso-así, despliegue
    de más altiva forma
Que Purcell tonada marca el paso? Ved: esto hace: calienta
El sentido de los hombres al amor de lo que es; lo que dice
    bueno — dónde un vistazo
Mejor domina que larga mirada, sin cara para mirar.
Aquellos hermosos muchachos otrora, recién llovidos
    en la tormenta de la guerra,
¿Cómo pues Gregorio, un padre, habría espigado otra cosa
    en la enjambrada
Roma? Pero Dios a una nación entregó la cara suerte
    de ese día.
    Al hombre, que adorar quiere y necesita bloque o piedra
        estéril,
Dice nuestra ley: Ama a los que de todo conocerse
    merecerían más amor;
La suprema belleza del mundo —los seres de los hombres.
    En hechura y rostro brilla el ser.
¿Qué entonces? ¿Cómo enfrentar la belleza? Sólo
    enfréntala; posee,
Hogar de corazón, el dulce don del cielo; deja luego, déjalo
    en paz.
Sí, mas desea eso, desea todo, la mejor belleza de Dios,
    la gracia.


23 de agosto de 1885