lunes, 13 de julio de 2020


SAMUEL BECKETT





Gnomo



Pasa tus años de aprendiz derrochando
Valor por tantos años de ir vagando
A través de un mundo que con cortesía
De la torpeza de aprender se libra


STÉPHANE MALLARMÉ





La sombra amenazaba… 



La sombra amenazaba ya con su fatal ley
a un viejo Afán que mis vértebras ha deshecho;
triste por perecer bajo el fúnebre techo
sus alas posó en mí. ¡Ay, sala de carey

y de ébano, capaz de sobornar a un rey,
la Muerte las guirnaldas de gloria ha contrahecho
y es mentira tu orgullo para el que satisfecho
de fe, vive alejado de la equívoca grey!

Sé que en la inmensidad de esta noche la Tierra
arroja un resplandor de misterio que yerra
a través de los siglos, cual fúlgido remedio.

El idéntico espacio, anulado o crecido,
a los testigos fuegos muestra desde su tedio
que en un astro, entre fiestas, un genio se ha encendido.



ROBERT BROWNING





Encuentro nocturno



El mar gris y la extensa tierra negra;
y la dorada media luna flotando bajo,
y las tímidas y asustadas olas que saltan
dormidas en ardientes círculos;
Mientras gano la costa en la ansiosa proa,
que sólo apaga su vigor en la arena fangosa.

Entonces surge una milla de perfumadas playas;
tres campos a la cruz de una granja aparecen;
un golpe en el cristal; un rasguño agudo y rápido,
las chispas azules de una lámpara que se enciende,
y una voz, aún más silenciosa, con sus alegrías y miedos,
que los dos corazones que se agitan en la noche.


WOLE SOYINKA





El moho es la madurez, el moho…



El moho es la madurez, el moho.
Y el marchito maíz-pluma.

El polen es el apareado-tiempo cuando tragamos
Tejiendo una danza.
De emplumadas flechas
La hebra del maíz- tallo en aladas
Líneas de luz. Y nos encantaba oír
Empalmadas frases del viento, oír
Raspaduras en el campo, donde el maíz-hoja
Perforaba como astilla de bambú.
Ahora, cosechadores nosotros,
En espera del moho de borlas, dibujando
Largas sombras del crepúsculo, enroscando
La paja en la madera-humo. Tallos cargados
Llevando el germen de la decadencia-esperamos
La promesa del moho.



WALLACE STEVENS





II



Tenía tres deseos
Como un árbol
En el que hay tres mirlos.






LOUISE LABÉ





Soneto II



Bello mirar oscuro y extraviado,
cálido suspirar, llantos vertidos,
días de luz en vano amanecidos,
negras noches que en vano se anhelaron;

triste plañir, deseos obstinados,
derroches de dolor, tiempo perdido,
muertes mil que mil redes me han tendido,
males que contra mí se han destinado.

Risa, frente, cabellos, manos, dedos,
laúd quejoso, voz, arco, vïola:
¡tantas llamas que queman a una sola

mujer! Me quejo a ti: con tantos fuegos
tanto lugar del corazón me inflamas
y ninguna centella a ti te alcanza.