"Un poema si no es una pedrada -y en la sien- es un fiambre de palabras muertas" Ramón Irigoyen
martes, 24 de septiembre de 2019
ÁNGELO NESTORE
De cuando me equivoqué de bar
Yo
soy de esa clase de amigos
que
siempre pide otra ronda en los bares.
No
tengo hijos,
soy
el hijo único de una dinastía de bastardos
que
se llena el estómago y se autodestruye.
Mis
amigos, sin embargo, son padres,
de
esos que buscan una excusa para volver tarde a casa,
siempre
me invitan a otra,
nunca
quieren que me vaya.
Ellos
me miran y cien veces
me
cuentan cien veces lo difícil que es
la
suerte que yo.
Ellos
no ven las hormigas que trepan por mi pierna,
no
las ven.
Beben
tiempo con su boca de padres,
tragan
tiempo con su saliva de padres
y
yo me vuelvo cada vez más pequeño
y
sus hijos cada vez más grandes.
Y
con cuarenta, con cincuenta,
volveré
al mismo bar de la esquina
y
entonces los que hoy son niños se preguntarán por qué
tantas
hormigas en mi boca,
por
qué el amigo de sus padres se sigue creyendo joven.
Con
cincuenta, con sesenta,
quién
me llevará a casa,
quién
guardará mis huesos bajo las sábanas.
Con
sesenta, quizás, con setenta
quién
contestará a mis preguntas,
quién
me dirá lo difícil que es,
la
suerte que yo
cuando
un día me confunda y pida otra ronda
frente
a la sola luz de mi nevera.
KATHERINE MEDINA RONDÓN
El día en que intenté asesinar a Mr. S.
Nadie
sabe por qué me pongo violenta
cuando
las ranas tocan el tambor.
¿Será
la alineación de los planetas
omi
brújula sin meridiano?
Nadie
sabe por qué cruzo el puente al revés
y
torturo a los conejos hasta que confiesen
o
salten por el precipicio con un poema en el cuello.
Nadie
sabe por qué cogí un cuchillo
y
quise atravesar la yugular de Mr. S.
con
un tajo perfecto,
ni
por qué en un pestañear
se
firmó la paz en los estuarios.
Nadie
sabe si queda miel en la cocina
o
si las moscas se siguen haciendo
las
mismas preguntas
al
enterarse de un llanto en el tejado.
SANTOS LÓPEZ
Aroma de piedra
Meto
cuidadosamente la mano dentro de una piedra
para
remover su aroma
y
dejar un puñado de oro.
Piedra
asoleada que es y no es
¿Y
ahora qué?
¿Heredarás
otro amor, un poco de esplendor
redondo?
¿acaso
el peso oscuro
de
mi límite?
La
vida afuera es un doble luto, sin morada.
Corazón
piedra de oro,
Voy
hacia ti sin ver.
Todo
brillo adentro es la cicatriz de un cielo.
VERÓNICA ARANDA
Café Baba (Tánger)
La
extraña forma de medir el tiempo
en
las pipas de kif, cuando el futuro
es
lancha e incerteza
y
la tarde tableros de desidia.
Puede
durar un té lo que dura un otoño.
Tiempo
o dilatación.
Tiempo:
salmo y liturgia.
Tiempo:
giro lunar de la mujer derviche.
Tiempo
o franja de playa.
Tiempo:
vientos alisios y Levante
que
forja la locura de los hombres de costa.
Veré
tu nombre escrito por las barcas.
KETTY BLANCO
Aquí los amaneceres no son tan apacibles
El
día es tan bello que de un momento a otro
podría
acabarse el mundo.
El
rugido de un avión en el cielo pareciera anunciarlo
y
la tinta que gotea del lapicero
es
augurio de aniquilamiento.
Hace
aquí una mañana apaciblemente bella.
Ya
es hora, ya es hora. El teléfono suena.
FÉLIX MOYANO
Ut poesis pictura non erit
Pues
tan solo una droga
con
su cárcel
del
olvido me salva de la otra.
JUANA
CASTRO
Te
juro que lo intento, hacer poemas
de
otras cosas, hablar de lo que ocurre
ahí
fuera, lejos, lejos de mi estómago,
pero
no lo consigo. Mira, pongo la tele,
salgo
a la calle a veces, pero nada.
Y
mira que lo intento, te lo juro.
Tengo
las venas y el tabique hinchados
del
amor.
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