Aquí los amaneceres no son tan apacibles
El
día es tan bello que de un momento a otro
podría
acabarse el mundo.
El
rugido de un avión en el cielo pareciera anunciarlo
y
la tinta que gotea del lapicero
es
augurio de aniquilamiento.
Hace
aquí una mañana apaciblemente bella.
Ya
es hora, ya es hora. El teléfono suena.
No hay comentarios:
Publicar un comentario