jueves, 27 de junio de 2019


EDUARDO MITRE




Escrito en blanco



Nieva esta nieve
como a veces se hablan
hombres y mujeres.
Continua
                      mente
                                           instantánea
nieva por primera vez siempre
como se miran los que se aman.

Nieva como la única cosa
real que sucede.

Y corren los niños para tocarla
y tras ellos las palabras
frágiles como la nieve
pendiente
                            de una mirada.


De: "Líneas de Otoño"


VÍCTOR MANUEL MENDIOLA





El huevo duro

A Tomás y Antonieta


De la cestilla tomo el frágil huevo.
Sobre la mano pesa su redondo
blanco sin peso —tan callado y hondo,
tan oro y ogro como un medioevo.

Con la cuchara hasta el perol lo llevo
y el tiempo mido; en el hervor lo escondo
y miro cómo el miedo baja al fondo;
ser viejo y duro es un febril renuevo.

Todo es la blanca forma del espanto.
atrapada la nuca picadura
y el gallo a la mazmorra reducido,

es el huevo la nota de otro canto
y oro sin ogro guarda la armadura;
mi cena, el duro huevo envejecido.



ANTONIA POZZI





Belleza



Yo te doy a mí mismo,
mis noches sin dormir,
los largos sorbos
de cielo y estrellas - borracho
en las montañas,
la brisa de los mares viajó
hacia amaneceres remotos.
Yo te doy a mí mismo,
el sol virgen de mis mañanas
en fabulosos bancos
entre las columnas supervivientes
y olivos y orejas.
Yo te doy a mí mismo,
los méritos
en el borde de las cataratas,
las puestas de sol
a los pies de las estatuas, en las colinas,
entre troncos de cipreses animados
de nidos -
Y bienvenido mi maravilla
de criatura,
mi temblor de tallo
Yo vivo en el circulo
de horizontes,
inclinado hacia el viento
claro - de belleza:
y me dejas mirar estos ojos
que Dios te ha dado,
tan denso con cielo -
profundo como siglos de luz
sumergido más allá
de los picos –


4 de diciembre de 1934


GABRIEL CELAYA





En el fondo de la noche tiemblan las aguas de plata...



En el fondo de la noche tiemblan las aguas de plata.
La luna es un grito muerto en los ojos delirantes.
Con su nimbo de silencio
pasan los sonámbulos de cabeza de cristal,
pasan como quien suspira,
pasan entre los hielos transparentes y verdes.
Es el momento de las rosas encarnadas y los puñales de acero
sobre los cuerpos blanquísimos del frío.

En el fondo de la noche tiembla el árbol del silencio;
los hombres gritan tan alto que solo se oye la luna.

Es el momento en que los niños se desmayan sobre los pianos,
el momento de las estatuas en el fondo transparente de las aguas,
el momento en que por fin todo parece posible.
En el fondo de la noche tiembla el árbol del silencio.

Decidme lo que habéis visto los que estabais con la cabeza vuelta.
La quietud de esta hora es un silencio que escucha,
el silencio es el sigilo de la muerte que se acerca.
Decidme lo que habéis visto.
En el fondo de la noche
hay un escalofrío de cuerpos ateridos.


CAMILO ALEJANDRO POBLETE REY





Epitafio



Cuando lo vi pasar
De un estado mínimo
A algo vivo
Imaginé a un chiquillo de poto para’o,
Pero despota’o
Grueso hacia arriba,
Flaco abajo,
Lleno de imaginación,
Con las bolitas en la mano y
Las uñas negra,
Con sueños de chico y problemas de grande,
Con hambre, sucio y
Una pelota entre sus brazos,
Corría, sonriendo, débil,
Solo, imaginando.

Lo encontré entre sueños de mañana,
Los mocos colgando, robando.
Hacia el colegio iba,
Con camisa celeste y sin corbata,
Con sueños de bombero ultrapoderoso,
Paco justo,
Médico, abogado.

No sé nada de él,
Pero prometo que si lo sé

La luz encendida ayuda,
Pero vale más la oscuridad,
Porque así se encienden las ideas y
El sentimiento se horizonta y
no se ‘vertica’,
la edad no pasa,
pasa el tiempo y

lo pienso de cinco y de diez,
de treinta y cuarenta,
pero lo veo igual,
sin conjunciones ni adverbios.

Por él los años se detienen,
por él el globo no gira en
el eterno día, pero tiene diez y
lo creo igual.

Lo veía como un sancho cualquiera,
Papelucho desvariado,
Personaje de dibujos animados.
Jugaba, corría, reía, soñaba, ASTRONAUTA.

Te pienso así como te pensaré mañana,
Una semilla te trajo,
El viento te lleva,
La tierra te desintegra,
Te quema, me quema y
Me lleva, como a ti el viento,
como a mi el tiempo.

Quizás fui cruel,
Quizás escapé alguna vez.
Perdón.
Recuérdame y espérame,
Mientras miro los tristes ojos,
Que me observan de frente,
Sin la explicación apropiada,
Solo la triste mirada
Que alguna vez nos juntará,
Pam, pam!!!!


JORGE EDUARDO EIELSON





Doble diamante



¿Conoces tu cuerpo          esfera de la noche
esfera de la noche
Huracán solar        conoces tu cuerpo
Conoces tu cuerpo      conoces
Tu admirable cabeza tus piernas moviendo
El centro miserable
De mis ojos de oro
Mis ojos de oro de mirarte
De oro de soñarte
De llorarte?

¿Conoces tu cuerpo
Fuerza de los años
Calor de los planetas?

¡Ah criatura! Tu desnudez me ahoga
Tus zapatos me queman
Días imantados son mis noches
Vacío       colmo encontrado     asilo frío. Contigo
Los astros me aburren
Las especies lloran
Muero     me levanto     clamo     vuelvo a morir
Clamando grito    entre ramas orino y fumo     caigo
Como un rayo fácilmente en tu garganta. Contigo
Sólo silencio     placa de horrores    sedimentos
Cascada inmóvil    piedra cerrada
Abismos de oro nos persiguen
Rabiosos amigos
A través de rayos    cantos    blasfemias
Soles y serpientes mundos de vidrio
Pomos perdidos
Amaneceres con lluvia       lluvia de sangre
Temperatura y tristeza.

¡Ah misteriosa! Odio tu cabeza pura
Imbécil terciopelo tigre de las alturas
Odio el círculo salado
En que te pienso oculta
Odio el peso de los días
Los pulpos que me beben gota a gota
Bebiéndote a la vez ¡somos rocío!
Los pulpos luminosos que gobiernas
Los cedros empapados por tu aliento
Los siglos de hermosura en que agonizo
La luna y mis deseos de matar
La imagen de tus labios frescos     los ríos y los montes
Los pasos encantados de mi mano
En tu garganta.
¡Ah mis 30 000 flores vivas
Suave ejército vespertino batallón perfumado!

Rotación de mi cuerpo
Hazme volver a mi cuerpo
Destrúyeme los ojos en el acto
Las uñas y los dientes sobre el fruto
Conviérteme en silencio.

Deja rodar mis lágrimas en cambio
Sobre el espejo que adoro
Sobre la viva  atroz  remota  clara
Desnudez que me disuelve
Sobre el diamante igual que me aniquila
sobre tantísimo cielo y tanta perfección enemiga
Sobre tanta inútil hermosura
Tanto fuego planetario
Tanto deseo mío.


De: "Doble diamante"