"Un poema si no es una pedrada -y en la sien- es un fiambre de palabras muertas" Ramón Irigoyen
sábado, 21 de julio de 2012
FELIX GRANDE
El
infierno
El
bien irreparable que me hizo tu belleza
y la felicidad que se llevó tu piel
son como dos avispas que tengo en la cabeza
poniendo azufre donde conservaba tu miel.
y la felicidad que se llevó tu piel
son como dos avispas que tengo en la cabeza
poniendo azufre donde conservaba tu miel.
¡Cambió
tanto la cena! Botijas de tristeza
en vez de vasos de alba tiene hoy este mantel
y aquel fervor, espero esta noche a que cueza
para servirme un plato de lo que queda: yel.
en vez de vasos de alba tiene hoy este mantel
y aquel fervor, espero esta noche a que cueza
para servirme un plato de lo que queda: yel.
Rara
la mesa está: La miro con asombro,
como y bebo extrañeza y horror y absurdo y pena.
Se acabó todo aquel milagro alimenticio
como y bebo extrañeza y horror y absurdo y pena.
Se acabó todo aquel milagro alimenticio
tras
un postre espantoso me levanto y te nombro
que es el último trago de dolor de esta cena,
y voy solo a la cama como quien va al suplicio.
que es el último trago de dolor de esta cena,
y voy solo a la cama como quien va al suplicio.
SERGIO GARCÍA
II.-
En
el jarrón durazno que ocupa mi vientre,
habitan
mariposas que suben ansiosas
a
buscar tu boca.
CARMELINA SOTO
Mensaje
Esta
palabra azul, clavel al viento,
al llegar al país de tu sonrisa,
será una mariposa, sólo brisa,
mecida por el aire de tu aliento.
al llegar al país de tu sonrisa,
será una mariposa, sólo brisa,
mecida por el aire de tu aliento.
Se
nutrirá del néctar de tu acento
y del clima sonoro de tu risa.
Su vuelo musical cortará aprisa
el aire manso de tu pensamiento.
y del clima sonoro de tu risa.
Su vuelo musical cortará aprisa
el aire manso de tu pensamiento.
Será
forma perfecta y deseada
que diga todo sin saber de nada....
lo mismo que el clamor de la campana
que diga todo sin saber de nada....
lo mismo que el clamor de la campana
que
da su voz e ignora que el sonido
ha dejado un momento estremecido
el rosado cristal de la mañana.
ha dejado un momento estremecido
el rosado cristal de la mañana.
GABRIEL CELAYA
Aquí
están todas las rosas encarnadas del deseo...
¡Aquí
están todas las rosas encarnadas del deseo!
Allí la luna, callada,
blanca y estéril, mirando,
espejo vuelto a sí mismo,
su perfección de narciso:
soledad en aguas blancas
de lo blanco quieto y frío.
Allí la luna, callada,
blanca y estéril, mirando,
espejo vuelto a sí mismo,
su perfección de narciso:
soledad en aguas blancas
de lo blanco quieto y frío.
Dura
o sin sangre, tranquila,
de está mirando a sí misma,
mientras rosas encarnadas,
pulpa y amor, carne viva,
bajo una brisa caliente
se desmayan de delicia
de está mirando a sí misma,
mientras rosas encarnadas,
pulpa y amor, carne viva,
bajo una brisa caliente
se desmayan de delicia
Con
los ojos en la luna,
bajo los pies, rosas rojas,
estoy esperando, quieto,
que tú, que yo mismo venga
sigiloso por la espalda,
con la sorpresa de un beso
blanco y verde de silencio,
que tú, que yo mismo venga
con un beso
muerto de puro perfecto.
bajo los pies, rosas rojas,
estoy esperando, quieto,
que tú, que yo mismo venga
sigiloso por la espalda,
con la sorpresa de un beso
blanco y verde de silencio,
que tú, que yo mismo venga
con un beso
muerto de puro perfecto.
JUANA CASTRO
Sentir
el peso cálido...
Sentir
el peso cálido.
Girar
previsora la vista, y saber
que no hay nadie.
Agacharse. Enrollar
el vestido, dejar en las rodillas
la mínima blancura
de la tela, su felpa
y el fruncido que abraza
la cintura y las ingles.
Girar
previsora la vista, y saber
que no hay nadie.
Agacharse. Enrollar
el vestido, dejar en las rodillas
la mínima blancura
de la tela, su felpa
y el fruncido que abraza
la cintura y las ingles.
Mojar
con el chorro dorado,
tibio y dulce la tierra
tan reseca de agosto, el desamparo
sutil de las hormigas en la hollada
palidez de los henos.
con el chorro dorado,
tibio y dulce la tierra
tan reseca de agosto, el desamparo
sutil de las hormigas en la hollada
palidez de los henos.
Mezclar
su fragancia espumosa con el verde
vapor denso de mayo, sus alados
murmullos, la espantada
carrera de los grillos.
su fragancia espumosa con el verde
vapor denso de mayo, sus alados
murmullos, la espantada
carrera de los grillos.
Y
en invierno, elevar
un aliento de nube
caldeada, aspirando el helor
de hoja fría del aire.
un aliento de nube
caldeada, aspirando el helor
de hoja fría del aire.
Orinar
era un rito pequeño
de dulzura
en el campo.
era un rito pequeño
de dulzura
en el campo.
De Fisterra
Suscribirse a:
Entradas (Atom)