jueves, 28 de abril de 2016


RUBÉN DARÍO




XX



Marina
  
Mar armonioso,
mar maravilloso,
tu salada fragancia,
tus colores y músicas sonoras
me dan la sensación divina de mi infancia
en que suaves las horas
venían en un paso de danza reposada
a dejarme un ensueño o regalo de hada.
Mar armonioso,
mar maravilloso,
de arcadas de diamante que se rompen en vuelos
rítmicos que denuncian algún ímpetu oculto,
espejo de mis vagas ciudades de los cielos,
blanco y azul tumulto
de donde brota un canto
inextinguible,
mar paternal, mar santo,
mi alma siente la influencia de tu alma invisible.
Velas de los Colones
y velas de los Vascos,
hostigadas por odios de ciclones
ante la hostilidad de los peñascos;
o galeras de oro,
velas purpureas de bajeles
que saludaron el mugir del toro
celeste, con Europa sobre el lomo
que salpicaba la revuelta espuma.
¡Magnifico y sonoro
se oye en las aguas como
un tropel de tropeles,
tropel de los tropeles de tritones!
Brazos salen de la onda, suenan vagas canciones,
brillan piedras preciosas,
mientras en las revueltas extensiones
Venus y el Sol hacen nacer mil rosas.



De: Costas Normandas (1903).


UMBERTO SENEGAL




¿Qué culpa tiene
de mi tristeza la hoja
en blanco?


RAFAEL ESPEJO



  
Silba



Unas hojas
                       -mustias, ocres-
fingen ser mariposas
mecidas por un viento
                                     hueco:
vibran,
                revolotean.

Me lleva esa deriva,
la frágil suspensión pero serena,
su absorto devaneo
me lleva...

Será que a mí también me basta un soplo suyo
para soltar al vuelo un peso muerto.



De "Nos han dejado solos" Pre-textos. 2009

JOSÉ MARÍA EGUREN




Marcha fúnebre de una Marionnette



Suena trompa del infante con aguda melodía...
La farándula ha llegado a la reina Fantasía;
Y en las luces otoñales se levanta plañidera
La carroza plañidera.

Pasan luego, a la sordina, peregrinos y lacayos
Y con sus caparazones los acéfalos caballos;
Van azul melancolía
La muñeca. ¡No hagáis ruido!;
Se diría, se diría
Que la pobre se ha dormido.

Vienen túmidos y erguidos palaciegos borgoñones
Y los siguen arlequines con estrechos pantalones.
Ya monótona en litera
Va la reina de madera;
Y Paquita siente anhelo de reír y de bailar,
Flotó breve la cadencia de la murria y la añoranza;
Suena el pífano campestre con los aires de la danza.

¡Pobre, pobre Marionnette que la van a sepultar!
Con silente poesía
Va un grotesco Rey de Hungría
Y los siguen los alanos;
Así toda la jauría
Con los viejos cortesanos.
Y en tristor a la distancia
Vuelan goces de la infancia,
Los amores incipientes, los que nunca han de durar.

¡Pobrecita la muñeca que la van a sepultar!
Melancólico el zorcico se prolonga en la mañana,
La penumbra se difunde por el monte y la llanura,
Marionnette deliciosa va a llegar a la temprana sepultura.
En la trocha aúlla el lobo
Cuando gime el melodioso pajaro bobo.
Tembló el cuerno de la infancia con aguda melodía
Y la dicha tempranera a la tumba llega ahora
Con funesta poesía
Y Paquita danza y llora.



VÍCTOR CABRERA




Sobrevuelo



Un bosque en las afueras
jardín de las mansiones
La extensión de la urbe
como el miedo
El panteón en que reposa
el polvo de mi abuela
Los circuitos fractales
de la ciudad satélite
Las torres triangulares
de Luis y de Mathias
Los techos industriales de Naucalpan
El pulso esclerótico
del anillo periférico
Los lujosos condominios de Las Lomas
Los lujosos hoteles de Reforma
Chapultepec y su lago de aguas verdes
Un parque de la infancia
La espuma de los días
Insurgentes y su síncopa sanguínea
Nuestro Señor de los Tránsitos Aéreos
El viaducto
arroyo supurante
Dos campos de futbol
—uno de tierra—
La fatídica entrada de un juego de pelota
La miseria del invierno palpitante
Los pobres hacinados en el hambre
El temor de caer
La pista aérea
Mi ciudad y el recuerdo de mi casa
Ulises y el recuerdo de su casa
Mi alma
La sombra de mi alma



JAIME VELASCO LUJÁN




14



En el ocaso,
montañas flotantes

en el cielo.