viernes, 10 de enero de 2020


SHIGUEHARU NAKANO





Una foto aparecida en el periódico



Fíjese en el segundo hombre colocado a la izquierda:
Es mi hermano
El hijo de usted.

Es su otro hijo, mi hermano,
Vestido con polainas
Con mochila de campaña a la espalda
Forrado con cartucheras
Mi hermano
Al que ordenaron levantar el fusil
Rellénalo de balas
Desenfundar a bayoneta.

Allí
Frente al paredón del arsenal de Shangai
Donde le ordenaron ponerse de pie, despatarrado.
Mire, madre,
Lo que su hijo va a hacer
Su hijo está a punto de asesinar
Está a punto de matar sin razón a gente desconocida
Las manos de su hijo gentil
De repente golpearán
Mira cómo los brazos de su hijo se repliegan
Para que su bayoneta penetre un pecho
Repentina, agudamente.

Y miré
Más allá del paredón
En aquel edificio
En muchos cuartos, corredores, escaleras y sótanos
Otros hijos de otras madres que se parecen a usted
Hacen saltar los candados
Saquean las cajas fuertes
Despegan pisos y techos, robando, violando
Destrozando las espaldas
Los pechos que les ponen resistencia
Pechos redondos, con tetas, pechos arrugados como los suyos
Despedazados con bayonetas como la de su hijo.

Oh,
No aparte la mirada, madre,
No desvíe la mirada del hecho de que han convertido a su hijo en asesino
De que publican su retrato de asesino en el periódico
No lo oculte con su palma que tiembla
Ante la evidencia de que existen miles de madres a quienes han enterrado un puñal en el pecho
Ante la evidencia de que usted es sólo una de ellas.
Madre,
Madre, la única para mi hermano y para mí,
No cierre sus ojos bañados de lágrimas.


De: “Asalto al cielo”


GOYA GUTIERREZ





Tiempo cero

                                                    a Mercè



Un pájaro metálico
Devora la distancia,
Pero sabes que estás lejos
Cuando miras las sonrisas
Blancas, sin ironía
De su noche.

Allí, donde la bruma
Desdibuja los perfiles,
Y la montaña se alza
Amamantando el cielo.
Allí, en la raíces inalterables
Del baobab
Reflejado en sus ojos
Encuentran su refugio:
Máscaras danzarinas
Que espantan
La carrera de otros tiempos.

Allí quizás regresas tú
Disfrazada de viajera,
De incansable consumidor
De instantes.


De: "De mares y espumas" Barcelona 2001


ENRIC SÓRIA





Alguna cosa



No eran tan sólo cuerpos
aquello que yo amaba, había algo distinto,
alguna cosa, al menos entre los más queridos,
además de la línea perfecta o la sonrisa, tan hermosas.
Sí, es cierto que fueron muy hermosos
los cuerpos que yo amé, a través de las noches,
mucho más que a mí mismo y mucho más que a todo.
Sin embargo, los cuerpos no eran tan sólo amables,
no eran tan sólo hermosos.
Había algo distinto muy amado en los cuerpos.


De "Andén de cercanías”
Versión de Carlos Marzal


LETICIA HERRERA





Vertigo



Vértigo
de estar
a la altura
de las circunstancias

sin el paracaídas
de la razón


ALFONSO CORTÉS





Fragmento



Cuando tiendes el índice, se detiene
asombrado el Olvido, y si llamas, viene
a retorcerse a tus plantas el Porvenir.

La primavera no es más que una
palabra tuya, y la luna, un recuerdo
que has dejado prendido en las zarzas del éter

Bajo tu pecho bate lento, dulce y
constante, un péndulo vivo, y si llegara a
pararse el Tiempo, rodaría roto.

Tu paso es tan fino y breve como si
te interceptaran el suelo suspiros de án-
geles tristes, y cuando caminas se que-
dan en el aire conversando de ti, los perfumes.

Una divina delicia, flor de tu alma,
está diciendo claramente que el día que
tú ames, será una cosa nueva el amor.



FRANCISCO DE QUEVEDO





Amor impreso en el alma...



Si hija de mi amor mi muerte fuese,
¡qué parto tan dichoso que sería
el de mi amor contra la vida mía!
¡Qué gloria que el morir de amar naciese!

Llevara yo en el alma, adonde fuese,
el fuego en que me abraso, y guardaría
su llama fiel con la ceniza fría,
en el mismo sepulcro en que muriese.

De esotra parte de la muerte dura,
vivirán en mi sombra mis cuidados,
y más allá del Lethe mi memoria.

Triunfará del olvido tu hermosura;
mi pura fe y ardiente, de los hados,
y el no ser por amar, será mi gloria...