Una foto aparecida en el periódico
Fíjese
en el segundo hombre colocado a la izquierda:
Es
mi hermano
El
hijo de usted.
Es
su otro hijo, mi hermano,
Vestido
con polainas
Con
mochila de campaña a la espalda
Forrado
con cartucheras
Mi
hermano
Al
que ordenaron levantar el fusil
Rellénalo
de balas
Desenfundar
a bayoneta.
Allí
Frente
al paredón del arsenal de Shangai
Donde
le ordenaron ponerse de pie, despatarrado.
Mire,
madre,
Lo
que su hijo va a hacer
Su
hijo está a punto de asesinar
Está
a punto de matar sin razón a gente desconocida
Las
manos de su hijo gentil
De
repente golpearán
Mira
cómo los brazos de su hijo se repliegan
Para
que su bayoneta penetre un pecho
Repentina,
agudamente.
Y
miré
Más
allá del paredón
En
aquel edificio
En
muchos cuartos, corredores, escaleras y sótanos
Otros
hijos de otras madres que se parecen a usted
Hacen
saltar los candados
Saquean
las cajas fuertes
Despegan
pisos y techos, robando, violando
Destrozando
las espaldas
Los
pechos que les ponen resistencia
Pechos
redondos, con tetas, pechos arrugados como los suyos
Despedazados
con bayonetas como la de su hijo.
Oh,
No
aparte la mirada, madre,
No
desvíe la mirada del hecho de que han convertido a su hijo en asesino
De
que publican su retrato de asesino en el periódico
No
lo oculte con su palma que tiembla
Ante
la evidencia de que existen miles de madres a quienes han enterrado un puñal en
el pecho
Ante
la evidencia de que usted es sólo una de ellas.
Madre,
Madre,
la única para mi hermano y para mí,
No
cierre sus ojos bañados de lágrimas.
De: “Asalto al cielo”
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