domingo, 18 de marzo de 2012


ULALUME GONZÁLEZ DE LEÓN



Telegramas para Jorge


3. (En que pido posada)

Estar sola es perder el sitio,
andar a la intemperie.
Dame un aquí en tu cuerpo.

VALERIA AZUL




3


No quiero tener miedo
no lo puedo evitar
tengo temor a extraviar
cada uno de mis logros.
¿Si me despojo de todo?
lo material ,lo prosaico
si nada tengo
¿que puedo perder?

Cambio homenajes , saludos
regalos , posesiones ,ofrendas
finos cubiertos de plata
espejos con filigranas
tazas de porcelana ,
finas copas de cristal
por ser libre , sin miedos .

Me quedare
con la luz de mi alma
los afectos en el corazón
la sabiduría en la mente
todo lo abstracto que a mi persona
nutrieron , alimentaron
para ser un semejante mejor.

Cambio nada por todo
cambio miedo por libertad.

DELMIRA AGUSTINI





Cuentas de fuego



Cerrar la puerta cómplice con rumor de caricia,
deshojar hacia el mal el lirio de una veste...
-La seda es un pecado, el desnudo es celeste;
y es un cuerpo mullido, un diván de delicia.-

Abrir brazos...así todo ser es alado;
o una cálida lira dulcemente rendida
de canto y de silencio...más tarde, en el helado
más allá de un espejo, como un lago inclinado
ver la olímpica bestia que elabora la vida...

Amor rojo, amor mío;
sangre de mundos y rumor de cielos...
¡Tú me los des, Dios mío!

EUNICE ODIO


Poema primero (Posesión en el sueño)


Ven
Amado

Te probaré con alegría.
Te soñaré conmigo esta noche.

Tu cuerpo acabará
donde comience para mí
la hora de tu fertilidad y tu agonía;
y porque somos llenos de congoja
mi amor por ti ha nacido con tu pecho,
es que te amo en principio por tu boca.

Ven
Comeremos en el sitio de mi alma.

Antes que yo se te abrirá mi cuerpo
como mar despeñado y lleno
hasta el crepúsculo de peces.
Porque tú eres bello,
hermano mío,
eterno mío dulcísimo.

Tu cintura en que el día parpadea
llenando con su olor todas las cosas,
tu decisión de amar,
de súbito,
desembocando inesperado a mi alma,

Tu sexo matinal
en que descansa el borde del mundo
y se dilata.

Ven

Te probaré con alegría.

Manojo de lámparas será a mis pies tu voz.

Hablaremos de tu cuerpo
con alegría purísima,
como niños desvelados a cuyo salto
fue descubierto apenas, otro niño,
y desnudado su incipiente arribo,
y conocido en su futura edad, total , sin diámetro,
en su corriente genital más próxima,
sin cauce, en apretada soledad.

Ven
te probaré con alegría.

Tú soñarás conmigo esta noche,
y anudarás aromas caídos nuestras bocas.

Te poblaré de alondras y semanas
eternamente oscuras y desnudas.

JOSÉ MARÍA ALVAREZ



Coral
El sacrificio ha sido favorableAristófanes
a gloria conquistada por los adolescentesPíndaro

El otro día, hojeando un viejo álbum
de fotografías,
                      apareciste. En una playa
que ciega el sol (seguramente,
Le Lavandou), orgullosa y alegre
                                          sobre las brasas

de aquel Verano.

Como un pinchazo
esa imagen me trae
algo de la pasión que sacudió esos días.
Contemplé largo rato la fotografía:
tus ojos dichosos, tu boca, esa
mano que
desenfocada
parece querer tapar el objetivo.

¿Te das cuenta? No has envejecido.
Dios sabe dónde
estarás, ni siquiera si aún vives. Pero ahí,
ah cómo brilla
intacta
tu sonrisa,
los crepitantes ojos del deseo.

Te había olvidado. Pero ahora
que esa fotografía te devuelve,
me doy cuenta de cómo la memoria
                                                 generosa
te había guardado sin decírmelo
para darme algún día
este regalo. Poder casi tocar
un instante de felicidad.

Tanto se ha ido...

                            y entonces apareces
tú,
en esa playa de la juventud,
y me haces este regalo,
                                    la posibilidad
de que viva en alguien el que fui,
la imagen deseada de quien era,
esa que hasta yo mismo ya he olvidado.
Porque igual que la otra tarde tú viniste
puede que alguna vez, si tu recuerdas esos días,
de ellos emerja un joven mediterráneo y sonriendo
y recuerdes el placer de esas horas
y algo de la pasión que entonces
abrasó nuestros cuerpos
aún te toque.

Gracias.