miércoles, 4 de junio de 2014

MIGUEL ARTECHE SALINAS


 

Arpa rota en la lluvia




Cuando la lluvia tenue detiene los recuerdos
Sobre el mar solitario; cuando el tren ha pasado
Dejando en los durmientes sus metálicas furias;
Cuando tiembla el almendro tocado por los muertos;
Cuando la breve música te borra las distancias
Y silencioso escuchas que tu cuerpo ha partido,
Que sólo estás en otro cuerpo que te recuerda,
Vibra tu mano rota mordida por la lluvia.
Murmullos de la muerte, que ascienden lentamente
Por tu cuerpo deshecho, hace brotar la lluvia,
Cuando alguien pisotea tu cabello extendido
Y tu ramaje yerto poblado por el viento.

 

 

CRISTINA CHAIN


 
 

4




Ese vacío al que te lanzaste

Era el mío.

No el tuyo buscando alas para traspasar mi umbral.

Ese vacío era el mío.

El de la boca que no pudo alcanzarte como túnel hacia la esperanza.

 

ELÍAS HIENAM




Agua va



Con tanto amor como puedo transito,
digo recorro,
pero nada es distinto,
como cuando te asomaste a esa ventana:
tenemos motivos para esperar el olvido,
para recorrer el encierro
y transitar esta igualdad eterna;
devanándose los sesos
in inconstantia contans,
he aspirado con fuerza el olor de tus rosas enfermas,
en la dulce quimera de pensar en verano
mientras cae la helada.

 

 

 

 

PEDRO ANTONIO ARAYA




 

Ciego del sello dulce en las bocas
deshielando recién su corpiño entrelazado
par
                   ciegos y par
estallido fuimos a ser entre las sábanas
saliendo algo pasó temblando su bruma su huidizo
sexo por nosotros
y llegamos al mar al final del mar
de fulgir el cuero aleccionado contra el mundo
silenciotendidos
creímos ver una gran lágrima que nos tragaba
por pródigos y dimos en acuerdo el nos
porque entonces ya no seguíamos a nada ni a nadie
queríamos devueltas las preguntas
y aquello era pura pasión
puro aún
honrados decidimos descorchar las pocas botellas
que trajimos para beber
por la suerte de los diluvios y las de historias
que se escucharían hasta entrada la noche en los boliches
del sur y hasta nos dijimos diluvio un poco (había querido orinar
sobre los fascinantes monumentos
lejos crujían otros días te dije quizás más hermosamente
-cambiémonos- agarramos maletas y todo) en eso acordándonos
del tú y yo sacando el caído mármol de las faldas
de los cafés de Berlín y sus hermosas y tristes mujeres
amados vencidos dimos a la ganancia dos orquídeas
y todo parecía ser como en la niñez armados de
juego y orquídeas         para los muertos juego y rosas
para los enamorados    risas sin risas    y mirar el cielo por pastos
y tú agarraste el chal que tu abuela te había tejido
aún en el regazo arrullaste entero      el firmamento era un canto
encendido lo arrullaste entre los senos llegando casi a las aguas
                                                         destapados de blancos
y lo soltaste para que volara     y como la vida repitiéndonos
el morir       la belleza y su resurrección        fuimos
por otro diafragma a morir
                                         dormir tal entonces vez soñar
largo viendo en ello creí decirte algo así como la alegría.

 

(para Ina Jennerjahn)

 

 

NICOLÁS MARÉ


 

No estaré en el lugar que prometí
no permaneceré de pie ante la estatua de polvo
ni diré una palabra ese día

Se acercarán alacranes mecánicos y personas de género
inmensas partículas de imágenes olvidadas
que renacerán desde el primer respiro de un niño,
hambrientas botellas de un vino seco y malherido
que no beberé.

No separé tu imagen del fondo de la ciudad
no reconoceré a mis hijos ni a mis libros
ni impediré que ellos se establezcan con sus bártulos
en medio de ese lugar que aún es sagrado

Se me exigirá una acción convincente
una pirueta salvaje que contradiga a la arquitectura
un sermón pesado, un lingote de ira.
Pero no haré nada, no partiré nada,
no asombraré a nadie:

Estaré colocado en el punto nulo
donde sólo nos atravesará el olvido:

a ti y a mí, no te escaparás

 

ALEJANDRA DEL RIO


 

"En ti sólo, en ti sólo, en ti sólo."
César Vallejo

 

No es necesario recuperar los besos.
La boca es necesario recuperar
y la boca con sus dientes y sus lenguas
y sus filamentos que en otra boca dicen más
que boca, diente y lengua.
 
La mano y no el gesto hay que atrapar
y tampoco el abrazo sino el cuerpo
y más aún la sed que nunca cabe dentro de la propia carne
y más aún el hambre que siempre es poca para la propia carne.
 

Así se geste todo con razón
y la muerte sea esperada sin nada acabado.
Así no sea necesario recuperar las palabras
cuando la voz sea necesario recuperar.