jueves, 16 de enero de 2020


SHIGUEHARU NAKANO





Saludos de la noche



Regresó la noche
Mi compañero, mi sombra en la pared,
Regreso la noche.

Voy a salir un rato
A echarme una copita.
Mi hermano sobre la pared,
Vas a aburrirte solo
Pero aguántame un poco
que regreso en seguida.

A mi regreso, claro,
Podrás hacerme llorar como siempre
Y así te divertirás.

A tus plantas
Me echaré a llorar dócilmente.

Entonces, mi hermano sobre la pared,
Vuelvo en seguida.


De: “Asalto al cielo”


GOYA GUTIERREZ





Dar vida cantar su muerte



Tú sabes que no es fácil
que vuelvan a brotar esos gladiolos
Decir que en otro orden la luna el mar existen
Que grullas cenicientas transporten en su pico
la tormenta que sus sílabas puedan
relampaguear en tu poema

No es fácil que no te tiemble el pulso
ante el recuerdo de tantos amasijos de hierro
enmudecidos o de quien rehaciéndolos
quiso darles su voz sobre los campos
de pétalos cruzados en tallos de agonía

Que después de la noche cavada
ya ninguna palabra pueda ser pronunciada
ni escrita con su traje indigente
Y el peso de su color raído
Ha minado las capas muchos de sus tejidos:
belleza vaciada
en un negro agujero de polilla
¿Pero acaso no es ésta
la artífice de esa perforación?

Las palabras son panes que se amasan de nuevo
con esa levadura del día
Para mostrar las cosas los seres sus carencias
de mí a tu otro tacto
Transformándolas al calor que las dore
Y las haga olvidar en su corteza formada
los rumores los gestos todas las manos
que tú sabes en su interior habitan
Para poder vivir:

Dar vida cantar su muerte


De: "Ánforas"


ENRIC SÓRIA




  
Deseo

                                        Porque el deseo es una pregunta
                                               cuya respuesta nadie sabe.
                                                               Luis Cernuda



No decía palabras. Sólo era
dos labios que se abrían expectantes.
No, no decía palabras, tan sólo acariciaba,
lentamente, mientras todo su cuerpo
unas manos distintas lo surcaban.
y allí, entre esas manos, el silencio.

Dos bocas que se juntan,
renuevan el silencio,
y el aliento y la sangre
cobran sabiduría
de algún secreto ardiente e invencible,
como ola encabritada o tensa brida,
un secreto al que callan y otorgan.

Los cuerpos son tan sólo interrogantes
planteados deprisa,
porque no hay más respuesta
que no sea respuesta de unos labios abiertos,
que no sea de un cuerpo,
cuando un cuerpo es propicio.
El amor también es una sombra
que busca entre las sombras
otro cuerpo silente.

No decía palabras.
Tan sólo se entreabría
a una imperiosa    voz no articulada.


De: "Andén de cercanías"
Versión de Carlos Marzal


LETICIA HERRERA





No importa tiempo de amar y de verano



no es cierto que la piel
puede hablar
o los besos saber a miel

no importa
también sé que no te quiero
con una certeza irrefutable
y sin embargo lo digo

y la cara se me llena de luz
cuando te nombro



ALFONSO CORTÉS





La canción del espacio



¡La distancia que hay de aquí a
una estrella que nunca ha existido
porque Dios no ha alcanzado a
pellizcar tan lejos la piel de la
noche! Y pensar que todavía creamos
que es más grande o más
útil la paz mundial que la paz
de un solo salvaje…

Este afán de relatividad de
nuestra vida contemporánea —es
lo que da al espacio una importancia
que sólo está en nosotros—,
y quién sabe hasta cuándo aprenderemos
a vivir como los astros—
libres en medio de lo que es sin fin
y sin que nadie nos alimente.

La tierra no conoce los caminos
por donde a diario anda —y
más bien esos caminos son la
conciencia de la tierra… —Pero si
no es así, permítaseme hacer una
pregunta: —¿Tiempo, dónde estamos
tú y yo, yo que vivo en ti y
tú que no existes?



FRANCISCO DE QUEVEDO


  


Comunicación de amor invisible por los ojos



Si mis párpados, Lisi, labios fueran,
besos fueran los rayos visüales
de mis ojos, que al sol miran caudales
águilas, y besaran más que vieran.

Tus bellezas, hidrópicos, bebieran,
y cristales, sedientos de cristales;
de luces y de incendios celestiales,
alimentando su morir, vivieran.

De invisible comercio mantenidos,
y desnudos de cuerpo, los favores,
gozaran mis potencias y sentidos;

mudos se requebraran los ardores;
pudieran, apartados, verse unidos,
y en público, secretos, los amores.