sábado, 25 de octubre de 2014

JAIME VELASCO LUJÁN


 
11

 

Desde hace unos días,
camino sin la mitad
de mi alma.

 

JOSÉ MARÍA EGUREN



El estanque

 

¡El verde estanque de la hacienda,
Rey del jardín amable,
Está en olvido
Miserable!
En las lejanas, bellas horas
Eran sus linfas cantadoras,
Eran granates y auroras,
A campánulas y jazmínes
Iban insectos mandarines
Con lamparillas purpuradas,
Insectos cantarines
Con las músicas coloreadas;
Mas, del jardín, en la belleza
Mora siempre arcana tristeza:
Como la noche impenetrable,
Como la ruina miserable.
Temblaba Vésper en los cielos,
Gemían búhos paralelos
Y, de tarde, la enramada
Tenía vieja luz dorada;
Era la hora entristecida
Como planta por nieve herida;
Como el insecto agonizante
Sobre hojas secas navegante.
Clara, la niña bullidora,
Corrió a bañarse en linfa mora,
Para ir luego a la fiesta
De la heredad vecina;
Ya a su oído llegaba orquesta
De violín, piano y ocarina.
Brilló un momento, anaranjada,
Entre la sombra perfumada,
Con las primeras sensaciones
Del sarao de orquestaciones.
¡Oh!, en la linfa funesta y honda
Fue a bañarse la virgen blonda;
De los amores encendida,
La mirada llena de vida...
¡El verde estanque de la hacienda,
Rey del jardín amable,
Hoy es derrumbe
Miserable!

 

 

PEDRO MIGUEL OBLIGADO



Mi corazón

 

Mi corazón, temblando, con latidos me dice:
-¿Por qué, por qué me entregas al primero que pasa
Y dejas que una mano ciega me martirice,
O me suelte lo mismo que si fuera una brasa?
¿Cómo no ves que nadie quiere llevar mi peso,
Que nadie retribuye mi impávido cariño?
Me destrozan mis alas amorosas, y en eso
Soy semejante a un pájaro que está en manos de un niño.
¡Si supieras!... Hay seres que me dan contra el suelo,
Hay otros que me hielan, y otros se divierten.
Como soy tan confiado, causo mucho recelo;
Quienes mejor me tratan son los que no me advierten.
¿No sabes que padezco? ¿No sufres mi tristeza
Desesperante y larga? ¡Si ya no puedo más!..
Aumenta mi infortunio, con mi delicadeza.
¿Por qué me das a todos, por qué, por qué me das?
Siento en mí, cual gotera, su honda palpitación;
Sus latidos son lágrimas que casi no contengo;
Y le digo muy bajo: -Corazón, corazón,
Yo te doy porque tú eres lo más bello que tengo.

 

 

 

PEDRO SALINAS



La forma de querer tú...

 

La forma de querer tú
es dejarme que te quiera.
El sí con que te me rindes
es el silencio. Tus besos
son ofrecerme los labios
para que los bese yo.
Jamás palabras, abrazos,
me dirán que tú existías,
que me quisiste: Jamás.
Me lo dicen hojas blancas,
mapas, augurios, teléfonos;
tú, no.
Y estoy abrazado a ti
sin preguntarte, de miedo
a que no sea verdad
que tú vives y me quieres.
Y estoy abrazado a ti
sin mirar y sin tocarte.
No vaya a ser que descubra
con preguntas, con caricias,
esa soledad inmensa
de quererte sólo yo.

 

 

 

FABIO MORABITO


 
Ciudad de México

  

Un día mi padre dijo
nos vamos, y tú eras
la meta: otra lengua,

otros amigos. No:
los amigos de siempre,
la lengua, la que hablo.

Me he revuelto en tus aguas
volcánicas y urbanas
hasta al fin conocerme,

y si al hablar cometo
los errores de todos,
me digo: soy de aquí,
no me ensuciaste en vano.

 

De "Lotes baldíos" 1985

 

 

 

OCTAVIO PAZ

 

Silencio

 
 
Así como del fondo de la música
brota una nota
que mientras vibra crece y se adelgaza
hasta que en otra música enmudece,
brota del fondo del silencio
otro silencio, aguda torre, espada,
y sube y crece y nos suspende
y mientras sube caen
recuerdos, esperanzas,
las pequeñas mentiras y las grandes,
y queremos gritar y en la garganta
se desvanece el grito:
desembocamos al silencio
en donde los silencios enmudecen.