"Un poema si no es una pedrada -y en la sien- es un fiambre de palabras muertas" Ramón Irigoyen
miércoles, 27 de mayo de 2020
ZINAIDA GIPPIUS
En su perversa y desvergonzada maldad…
En
su perversa y desvergonzada maldad
Ella
es, como las cenizas, gris o gris como el polvo.
Y
estoy perdiendo de su cercanía,
De
los bonos que sólidamente nos conectaron.
Ella
es una tosca, es una espinosa,
Ella
es una serpiente fría.
Con
sus repulsivas escamas se divirtió cruelmente:
Ella
me hace constantemente ser cocido al horno.
¡Si
tan solo puedo sentir una agudeza de la picadura!
Ella
es tan torpe, aburrido, tan todavía como la carne de vaca,
Es
tan grande, es tan lánguida;
No
tengo acceso a ella, es una sorda mortal.
Y
ella inflexiblemente con sus anillos repulsivos
Siempre
me acaricia y estrangula.
Y
esta cosa irreal, esta cosa negra y horrible,
Esta
cosa negra y monstruosa – ¡es solo mi alma!
NATÁLIA CORREIA
Oscura castidad
Una
oscura e inquieta castidad
puso
una flor para mí en el jardín más secreto
en
un horizonte de gracia y claridad
intangible
y próximo.
Promesa
estática en la luz de la luna
de
la densidad en mí corpórea
no
es la culpa, es la memoria
de
la primera mañana del pecado
sin
Eva y sin Adán.
Solo
el fruto probado
y
la serpiente enroscada
en
mi soledad.
VICTORIA COLONNA
Tan solo escribo para ahogar el llanto
Tan
solo escribo para ahogar el llanto
que
a mi pecho alimenta únicamente,
y
no por añadir luz a mi sol,
que
dejó en tierra tan preciados restos.
Justa
razón a lamentar me empuja;
mucho
me duele el reducir su gloria;
con
palabras más sabias y otra pluma
quitarán
a la muerte otros su fama.
Mi
fe pura, mi ardor, mi interna pena
ante
todos me excuse, que es tan grave
que
no la enfrentan la razón ni el tiempo.
Un
amargo llorar, no un dulce canto,
no
voz serena, lúgubres suspiros,
no
en estilo, en dolor me dan ventaja.
SAMUEL BECKETT
Cascando
1
por
qué no simplemente no esperar
a
ser ocasión de
un
vertedero de palabras
¿no
es mejor abortar que ser estéril?
después
de tu partida las horas son tan tristes
siempre
empiezan a rastras demasiado pronto
los
garfios desgarrando con ceguedad el lecho de miseria
rescatando
los huesos los amores antiguos
cuencas
una vez llenas con ojos como tuyos
¿es
mejor siempre demasiado pronto que jamás?
negra
necesidad salpicando los rostros
diciendo
una vez más nunca flotó lo amado nueve días
ni
nueve meses
ni
nueve vidas
2
diciendo
una vez más
si
no me enseñas tú no aprenderé
diciendo
una vez más existe un último
atardecer
de últimas veces
últimas
veces de mendigar
últimas
veces de amar
de
saber no saber simular
un
último atardecer de últimas veces de decir
sino
me amas nunca seré amado
si
no te amo ya no amaré nunca
un
batir de palabras gastadas una vez más en el corazón
amor
amor amor golpe de un émbolo antiquísimo
moliendo
el suero inalterable
de
las palabras
una
vez más aterrado
de
no amar
de
amar pero no a ti
de
ser amado y no por ti
de
saber no saber simular
simular
yo
y todos los otros que te amen
si
te aman
a
menos que te amen
JOSÉ CADALSO
Anacreóntica
Unos
pasan, amigo,
estas
noches de enero
junto
al balcón de Cloris,
con
lluvia, nieve y hielo;
otros
la pica al hombro,
sobre
murallas puestos,
hambrientos
y desnudos,
pero
de gloria llenos;
otros
al campo raso,
las
distancias midiendo
que
hay de Venus a Marte,
que
hay de Mercurio a Venus;
otros
en el recinto
del
lúgubre aposento,
de
Newton o Descartes
los
libros revolviendo;
otros
contando ansiosos
sus
mal habidos pesos,
atando
y desatando
los
antiguos talegos.
Pero
acá lo pasamos
junto
al rincón del fuego,
asando
unas castañas,
ardiendo
un tronco entero,
hablando
de las viñas,
contando
alegres cuentos,
bebiendo
grandes copas,
comiendo
buenos quesos;
y
a fe que de este modo
no
nos importa un bledo
cuanto
enloquece a muchos,
que
serían muy cuerdos
si
hicieran en la corte
lo
que en la aldea hacemos.
AL KHANSA
El tiempo me invadía
El
tiempo me ha roído, mordido y cortado.
El
tiempo me ha dañado, me ha herido,
y
ha destruido a mis hombres que han muerto juntos.
Esto
ha conseguido inquietarme.
No
había un puerto para el cruel
Que
al igual que el sol halla refugio para el pueblo.
Vimos
caballos galopar
y
levantando polvo.
Y
a los jinetes, con espadas brillantes, y grandes lanzas grises;
¿Aquel
que con sus lanzas destroza cuerpos
se
convierte en blanco mortal de las espadas?
Derrotamos
a quienes pensaban
que
nunca serían derrotados.
Y
aquel que piensa que no se verá perjudicado
piensa
en lo imposible.
Evitamos
acciones deshonrosas y honramos a nuestros huéspedes.
Y
guardamos los elogios (de personas).
Llevamos
las armas en la guerra
Y
la seda, la lana y el algodón durante la paz.
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