El tiempo me invadía
El
tiempo me ha roído, mordido y cortado.
El
tiempo me ha dañado, me ha herido,
y
ha destruido a mis hombres que han muerto juntos.
Esto
ha conseguido inquietarme.
No
había un puerto para el cruel
Que
al igual que el sol halla refugio para el pueblo.
Vimos
caballos galopar
y
levantando polvo.
Y
a los jinetes, con espadas brillantes, y grandes lanzas grises;
¿Aquel
que con sus lanzas destroza cuerpos
se
convierte en blanco mortal de las espadas?
Derrotamos
a quienes pensaban
que
nunca serían derrotados.
Y
aquel que piensa que no se verá perjudicado
piensa
en lo imposible.
Evitamos
acciones deshonrosas y honramos a nuestros huéspedes.
Y
guardamos los elogios (de personas).
Llevamos
las armas en la guerra
Y
la seda, la lana y el algodón durante la paz.
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