sábado, 8 de agosto de 2020


ROLANDO REVAGLIATTI





Amor de poemas



Poemas de amor
poemas de algún amor
poemas de amor relativo
poemas de indeclarable amor
poemas de amor grotesco
poemas de amor en retirada
poemas de asfixiante amor
poemas de amor difuso
poemas que trasladan amor y que, a veces, lo instalan
poemas de amor contrariado
poemas de amor para ser declamados
poemas de amor suplicante
poemas de inaceptable amor
poemas de amor a las consecuencias
del amor o, por lo menos, a las consecuencias
de los poemas de amor
poemas de amor amable
poemas de amor contravencional
poemas de amor precario
poemas desquiciados de amor
poemas de amor furtivo y fortuito
poemas de amor con mensajero del amor
poemas de amor como mensaje de texto
poemas empalagosos de amor empalagoso
poemas de amor que emplaza
poemas de amor tan ridículos
como las cartas de amor que
ya sabemos, son necesariamente ridículas
poemas de amor a la madre del enemigo
poemas de amor al padre del novio
poemas de amor preñados de resentimiento
poemas de amor al dinero
y sus derivados, por ejemplo
los pozos de petróleo
poemas de amor al propio petróleo
y a sus derivados, por ejemplo, la nafta
poemas de amor inmersos en historietas del amor
poemas de amor al reflejo
de uno mismo en el lago
poemas de amor prostibulario
poemas de amor retentivo
y poemas de amor supurativo
poemas de amor al prójimo
poemas de amor imposible
poemas anémicos de amor
poemas de amor de los que tienen mucho amor para dar
o a manos llenas
poemas de amor de los lisiados del amor
poemas de amor al Amor

Lo dicho: poemas

Y poemas de odio
al amor.


JORGE CARRERA ANDRADE





Amigo de las nubes



Forastero perdido en el planeta
entre piedras ilustres, entre máquinas
reparto el sol del trópico en monedas.

Ciudadanos de niebla, hombres del viento
y del disfraz azul, de la alcancía
y del dios de los números:
Yo leo en vuestras máscaras floridas.

Manjar de espinas con sazón de hielo
me brindáis cada día. Nada os pido
cínicos hospederos de este mundo,
guardianes de un incierto paraíso.

Mercaderes de avispas:
Soy hombre de los trópicos azules.
Os espío por cuenta de la luna.
Soy agente secreto de las nubes.


RICHARD ALDINGTON





Anochecer



Las chimeneas, hilera a hilera,
Cortan el claro cielo;
La luna,
Con un jirón de gasa en su cintura
Posa entre ellos, una torpe Venus–
Y aquí estoy mirándola desenfrenadamente
Sobre la pileta de la cocina.


SOPHIA DE MELLO BREYNER ANDRESEN





Balcones



En el balcón los poemas emergen
Cuando se azula el río y brilla
El verde oscuro del ciprés —cuando
Sobre las aguas se recorta la blanca escultura
Casi oriental casi marina
De la torre aérea y blanca
Y la mañana abierta
Irisada y divina se vuelve
Y sobre la página del cuaderno el poema se alinea

En otro balcón así un septiembre de otrora
Que en mil estatuas y azul púrpura se prolongaba
Amé la vida como algo sagrado
Y la juventud me fue eternidad
  

De: “O Búzio de Cós e Outros Poemas”

ANDRÉS BELLO





Dios me tenga en gloria

A la falsa noticia de la muerte de Mac-Gregor.



Lleno de susto un pobre cabecilla
leyendo estaba en oficial gaceta,
cómo ya no hay lugar que no someta
el poder invencible de Castilla.

De insurgentes no queda ni semilla;
a todos destripó la bayoneta,
y el funesto catálogo completa
su propio nombre en letra bastardilla.

De cómo fue batido, preso y muerto,
y cómo me le hicieron picadillo,
dos y tres veces repasó la historia;

Tanto, que, al fin, teniéndolo por cierto,
exclamó compungido el pobrecillo:
-¿Conque es así? -Pues Dios me tenga en gloria.



FRANCISCO LUIS BERNÁRDEZ





Ausencia



Iluminaba a mi amor
tu amor, pero no sabía
mi amor, cuando se encendía,
que su sombra era mayor.

No sabía, ciego por
la luminosidad mía,
que tu luz ensombrecía
mi mediodía de amor.

Ahora mi noche expía
su pecado de ser día,
sin consolación mejor

que pensar si, todavía,
Su totalidad sombría
será sombra de tu amor.