miércoles, 22 de febrero de 2012


IVO MALDONADO




Ahora que el tiempo...

                                  A Osvaldo y María

Ahora que el tiempo se ha vuelto viejo
Y los pañuelos se llevaron tantas alegrías
Caminar no es otra cosa que dormirse
Y los amigos se fueron con sus princesas
A buscar paraísos en otras estaciones
Mi casa ya no es un pretexto para comer, reír
Venir a jugar al cacho, a la brisca
O simplemente saludar a la María
Con sus cazuelas de pava
O sus postres de duraznos
Ya nada es normal
Sólo el beso de la memoria
Que quiere llevarse todos mis recuerdos.


ALFONSO FREIRE



Territorios

Los territorios ya no existen
han sido ocupados
por pueblos que alzan sus banderas
más allá de la memoria.

Los territorios ya no existen
los ha sobrepasado una marcha lenta
que avanza con las manos amarradas
y sus ojos en el cielo

algunos jóvenes
a quienes acompañan sus abuelos
preparan un plan de ataque
para desarmar la desesperanza
encender las luces de la ciudad tomada
declarar así
un nuevo territorio

los territorios existen
y desde allí estamos enviando este comunicado.

ALDO CALDERÓN



Frente a las Dalias

Frente a las dalias
las tijeras oscilan
colibríes
ante el espejismo del agua
en el florero


ATENA RODÓ



En tus pupilas

Verde y azul
El océano nos invita
Las olas ríen y juegan
Te ríes con el alma llena

La tarde está plena
Miramos el firmamento
Las estrellas nos saludan
Nos rodeamos de universo

Lees mi mente
Mis labios enmudecen
Descubres mi geografía
Mi vientre enloquece

Abrázame la vida
Que muero en tus mejillas
Siente como cantan
Las aves de tus pupilas

Posee esta brisa
Que se acurruca en tu cuerpo
Búscame los labios
Que te acarician en silencio

No necesito escucharte
Para saber lo que siento
Léeme el alma
A través de este cuerpo

Deja que te bese
En la hierba enmudecida
Deja que te ame
En esta risa enloquecida

Déjame amarte
En esta noche dormida
Para no olvidar jamás
El brillo de tus pupilas.

ALBERTO ROJAS JIMÉNEZ


Poema escrito en París

Engrillado de fiebre
reposa enfermo el cuerpo.
Nadie sabe esta noche que existe el cielo.

El cielo es mío.
A nadie arrendaré una estrella.
La ventana abierta se entrega
al bullicio nocherniego.

En vez de alma los niños llevan
risueña una corneta.
Bruscamente
el corazón despierta,
coge el gabán y el chambergo
y se dirige cielo abajo hacia la ciudad en fiesta.