Poema escrito en París
Engrillado de fiebre
reposa enfermo el cuerpo.
Nadie sabe esta noche que existe el cielo.
reposa enfermo el cuerpo.
Nadie sabe esta noche que existe el cielo.
El cielo es mío.
A nadie arrendaré una estrella.
La ventana abierta se entrega
al bullicio nocherniego.
A nadie arrendaré una estrella.
La ventana abierta se entrega
al bullicio nocherniego.
En vez de alma los niños llevan
risueña una corneta.
Bruscamente
el corazón despierta,
coge el gabán y el chambergo
y se dirige cielo abajo hacia la ciudad en fiesta.
risueña una corneta.
Bruscamente
el corazón despierta,
coge el gabán y el chambergo
y se dirige cielo abajo hacia la ciudad en fiesta.
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