domingo, 24 de junio de 2012


PABLO NERUDA





Final



Matilde, años o días
dormidos, afiebrados,
aquí o allá,
clavando,
rompiendo el espinazo,
sangrando sangre verdadera,
despertando tal vez
o perdido, dormido:
camas clínicas, ventanas extranjeras,
vestidos blancos de las sigilosas,
la torpeza en los pies.

Luego estos viajes
y el mío mar de nuevo:
tu cabeza en la cabecera,

tus manos voladoras
en la luz, en mi luz,
sobre mi tierra.

Fue tan bello vivir
cuando vivías!

El mundo es más azul y más terrestre
de noche, cuando duermo
enorme, adentro de tus breves manos.
  

JUAN DIEGO VEJARANO MORENO






Pintándote



Voy resbalando un pincel,
pinto mis sueños,
tiembla mi mano al rayar
lienzos de ayer;
pongo colores de amor,
logro en figuras recuerdos.

Fiel soñador esta noche
de tu figura,
voy recobrando tu pelo
y hasta tu piel;
siento toda tu ternura,
puedo pintar hoy tu ser.

Te amarè,
te tendrè en mi marco de sueños,
luciràs como quiere tu dueño,
soy pintor de nostalgias de ayer.

Te amarè,
seràs centro de todo ese cuadro,
con matices y rasgos te encarno,
de repente te tengo otra vez.


ANTONIO MARÍN SEGOVIA






Sin tu boca al lado de mi boca



Sin tu boca al lado de mi boca
No puede la noche cobijarnos

Sin tus manos al lado de mis manos
No puede el día levantarnos

Sin tus miradas dentro de mis ojos
No pueden los árboles dar sombra a nuestros cuerpos

Sin tus cabellos enredándose en mi pecho
No puede el monte soñar con nuestras risas

Sin tu pecho cerca de mi espalda
No puede llover al caer la tarde

Sin tu aliento dentro de mi vientre
No puede el silencio vestirse de fiesta

LUCY IAQ





Tus caricias perdidas



Tus caricias perdidas
llegaron en el viento
que vino del mar...
Escapadas de tus manos,
tocaron mi cuerpo adormecido,
moldeándolo suavemente.

Y hubo en mis días de enero
Ecos de tambores
vibrando intensamente
sobre la inerte frágilidad
de los sentires.

Tus inquietas golondrinas
alzaron vuelo
dejando solo...aquel patio
de agitados desvelos.
De oscurecidas lunas
en amargos cielos

Se posaron en el silencio
de mis horas
trayendo el misterio
del amor.
Ese misterio...
transportado en la magnitud
de las palabras.
En el sincronismo de las voces.
En las alas invisibles de la luz
contenedoras de inusitados destellos…

Tus caricias perdidas
están guardadas
en ese lugar...
que dista entre tus manos
y mis deseos de amarte.

FRANK OTERO LUQUE






Carnívoro y terrestre



Carnívoro y terrestre,
en mi jaula de carne y hueso
mi vida aderezo
con Martha, con Paula o con cualquiera.

Animal pedestre
(una fiera)
que no recuerda su origen ni su destino,
que sin el más mínimo tino
se entrega a la cerveza, al ron y al vino.

Cazador y presa,
permanente deprimido
que termina exprimido por cualquier droga.
Piensa en hacer Yoga,
piensa tantas cosas...

De pronto, angustias horrorosas.
Escaparme quiero, pero no puedo.
Morir prefiero
y tengo miedo.

Banales ilusiones mi “espíritu” levantan:
un coche, la moda, al dinero una oda,
y mis bajas pasiones al oído me cantan.
Mas todo se acaba o todo me embota.

Tendido en mi lecho mi alma rebota
y añoro un pecho del que lactaba.
No el de mi madre
sino el de la vida.

Evoco las notas de una vieja canción
y solo las gotas de un lejano perfume
hacen que me esfume a una extraña nación.

Mas aquella se me hace mucho más conocida,
se entreabre una puerta y me invita a que pase.
Mi acodo se injerta
y reencuentro el camino de la senda perdida.
Una luz vaticino,
mejora mi herida.

Retorno a este mundo feliz de mi hallazgo.
Con convencimiento profundo
a mis amigos les cuento de mi gran momento.
Mas mi liderazgo no halla seguidores;
hasta mis parientes son poco receptores
y se tornan burlones, bufones e hirientes.

Averiguo, indago, mil preguntas hago.
Descubro, de repente,
que más gente está en la misma onda.
La lombriz inquietante se vuelve anaconda.

Embriones y huevos eclosionaron.
Y los amigos que hasta hoy me entendieron
también se marcharon.
Ya todos se fueron.

Pero no importa,
porque todo es tan claro:
en lo que a mí compete,
la luz brilla con más intensidad,
las notas musicales son más de siete…

Inspiración a raudales,
en un paso una milla;
todo es musicalidad.
Y hay tanta, tanta “causalidad”.

De pronto,
contra mí se conjuran los cuatro elementos
y todos los astros del firmamento.
Ya nada entiendo;
estoy sucumbiendo…

Y me procuran mis cinco sentidos
más y más tentaciones.
Y a ellas me entrego
con fuertes latidos y loca pasión.

¿Dónde está la nueva nación?
De nuevo soy lego
y me embargan la ira, la lujuria y la mentira.
Mis amigos tenían razón...

¿Pero a quién engaño sino es a mí mismo?
Me embarga la desazón.
Porque al borde del abismo develé un paño
y atisbé el camino de la perfección.

Somos semilla más que fruto,
más camino que llegada.
Somos joya siempre en bruto;
obra siempre inacabada.