"Un poema si no es una pedrada -y en la sien- es un fiambre de palabras muertas" Ramón Irigoyen
domingo, 17 de agosto de 2025
KARIN BOYE
Oración
nocturna
No
hay nada como este instante.
La última hora muda de la noche.
No hay pesar que nos abrase
ni voces que nos convoquen.
Ven,
toma entre tus dedos
el día que se ha ido en un suspiro.
Sí, bien sé que tornas bueno
cuanto he hecho o he incumplido.
Males
pienso, males hago.
Pero tú todo lo sanas y limpias.
Y mis días vas transformando
de grava en piedras finas.
Sé
quien alza y quien sustenta,
yo solo puedo abandonarlo todo.
¡Tómame, guíame, haz que te quiera!
¡Sea de mí solo tu antojo!
De:
“Brotar duele”
Versión
de Carmen Montes.
LUIS RAMOS DE LA TORRE
El
sol del membrillo
(Habla
Antonio López)
I
El
color es un mar.
Membrillos
y geranios.
Hay
un pulso de brisas
sostenido
en el aire.
De
la sombra es el juego
y
atardece despacio.
Vibra
un ritmo crucial,
de
todos y de nadie.
II
Nada
es sombra de mí,
hay
nostalgia en el árbol.
El
pulso se mantiene
sostenido
por alguien.
Al
sol dan los membrillos
un
olor y un espacio.
La
mezcla está en las cosas,
las
dudas ya no caben.
III
El
pincel se detiene
en
recuerdos extraños.
Ya
no espero que surja
nada
más adelante.
Soñaré
cuando suene
su
arpegio entre mis párpados.
Es
octubre y aún vibran
membrillos
por las tardes.
IV
He
medido las hojas,
pero
no el descalabro.
Pintor
es el otoño,
porque
es vida y ¿quién sabe
si
lo mío es concepto?
¿quién
podría negarlo?
Llueve
fuerte y el viento
va
dejando su parte.
V
Pintar
es aventura
desde
el lienzo hasta el marco.
Lo
esencial son las luces,
el
pintor no es la clave.
No
siempre los deseos
se
convierten en cuadro.
Ya
veremos mañana.
¡Salgamos
a la calle!
De:
“Trece escalones”
ANGELA MARINESCU
Signos
de un determinado poder
Bajo
el cielo, bajo las manos, bajo el sexo
sin pecado, con ojos ojerosos y labios suaves,
repites tu crimen. la noche se acerca,
la ventisca vertical me recuerda el honor que destruye.
escribo en una lengua que solo yo conozco,
es la lengua que dibuja palabras,
se insinúa en el tiempo
y lo sustituye por los signos ocultos
de un Poder ajeno a mí
del que no me desprendo.
encontremos, aterrados, las letras que acechan
entre
las ruinas de la casa de paredes blancas,
todavía.
De:
“El parque”
Versión
de Corina Oproae
PAULA ĆAĆIĆ
r u
t a p e r d i d a
podía
haberme marchado
igual que se largan
las chicas rotas.
podía haber desaparecido
en una noche
en una ciudad impredecible,
con viejas heridas,
con la vieja carga
impresa en los párpados.
podía haber escapado,
esconderme en algún rincón oscuro,
donde no me conozcan,
donde me puedan amar con premeditación.
y de nuevo,
todo sería igual,
como contigo,
como con él,
como con el anterior…
todas mis estaciones de paso
fueron refugios amargos,
una ruta perdida.
De:
“Paisaje personal”
Versión
de Miguel Roán
XIMENA LÓPEZ BUSTAMANTE
en
un eructo volaste los cristales
sabor feroz a las menos cuarto
babeante
mordida primera
del tú del yo vastos hasta el derretimiento
triturando
violines con los que te hacía serenata
cada vez que llegaba impuntual
empapada
de promesas
jadeante de lo que me falta
para
vernos rotos y multiplicados
en nuestra cita infinitesimal
De:
“Sombra celeste”
JUANA CASTRO
De
la captura nocturna de halcones por deslumbramiento
La
muerte es una alondra descubierta en la noche.
Ahora sé que, transida, con su brazo
fervoroso de arándanos me acecha.
De mi alcoba, tan lejos maduraba,
tan secreta y tan dulce, certera de mi olvido,
que solo tras el mar, en otra orilla,
su manto desplegaba de ternura.
Fue preciso el camino. Andar
por otras tierras, absorber
otra luz, otra lengua, sigilosa
y terrible su huella por las piedras.
Con mis ojos la he visto.
Estuvimos tan cerca, que el fulgor
de su música, como nieve bajaba,
ciega al mar, por mi cuerpo.
Fue un instante de amor. Solo el tacto
luminoso y atroz de la distancia.
Mas vivo, desde entonces,
develada, viviendo por morir.
Por bajar, o ascender, y en el infierno
de su efímera mano, venturosa,
sucumbir finalmente
de hermosura o maldad.
De: “Arte
de cetrería”
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