"Un poema si no es una pedrada -y en la sien- es un fiambre de palabras muertas" Ramón Irigoyen
jueves, 19 de abril de 2018
MING DI
Noche en San Carlos
Todos
los dioses hechos por el hombre se callan esta noche.
La tierra vuelve al comienzo
del cielo y los hombres en un cuerpo.
El volcán es alto, se alza por sobre las capillas e iglesias.
2% de los Indios Nativos reclaman su identidad
y los hitos de su literatura.
Me siento en casa. Al 100%.
Hace algún tiempo, un estudiante me preguntó “¿Qué es la poesía?”
Dije que es la voz dentro de mi alma, palabras que viajan.
La tierra vuelve al comienzo
del cielo y los hombres en un cuerpo.
El volcán es alto, se alza por sobre las capillas e iglesias.
2% de los Indios Nativos reclaman su identidad
y los hitos de su literatura.
Me siento en casa. Al 100%.
Hace algún tiempo, un estudiante me preguntó “¿Qué es la poesía?”
Dije que es la voz dentro de mi alma, palabras que viajan.
Santa
María y Jesús están ocupados en otra parte, la poesía crece
por sí misma, así como las montañas reverdecen
y reverdecen por sí mismas aquí. Yo brillo como la luna en la ausencia
del resplandor solar, en el verde, sin palabras.
por sí misma, así como las montañas reverdecen
y reverdecen por sí mismas aquí. Yo brillo como la luna en la ausencia
del resplandor solar, en el verde, sin palabras.
Versión de Gustavo Osorio de Ita
WENDY GUERRA
Vientos sobre la isla
Vientos
de cambio pretendían soplar sobre mi isla,
Vientos de cambio que muchos temían, que muchos querían detener.
Y se alzaron voces y gritaron calladas desde el silencio de las letras,
las letras rotas impregnadas de memorias sobre el blanco de un papel.
Vientos de cambio que muchos temían, que muchos querían detener.
Y se alzaron voces y gritaron calladas desde el silencio de las letras,
las letras rotas impregnadas de memorias sobre el blanco de un papel.
Vientos
de incertidumbre, de esperas sin objeto, de morir o matar la libertad.
Y el dulce lamento de los isleños,
de los intelectuales soberbios de la patria sin fronteras
se unió de pronto a un ritmo y un tono, en una sola voz enérgica
con la de aquellos que allende los mares, una vez habían surcado las aguas
para emprender su norico recorrido con el alma pegada a su tierra
y la pluma repleta de una misma, autentica y cruda realidad.
Y el dulce lamento de los isleños,
de los intelectuales soberbios de la patria sin fronteras
se unió de pronto a un ritmo y un tono, en una sola voz enérgica
con la de aquellos que allende los mares, una vez habían surcado las aguas
para emprender su norico recorrido con el alma pegada a su tierra
y la pluma repleta de una misma, autentica y cruda realidad.
Tormentas
de arena, aguaceros que caen en torrentes
Pretenden acallar esas voces que no callaran, que se alzaran de pronto
A través de sus letras, desdibujando utopías y fabricando verdades
Que viajaran lejos, que se harán escuchar;
Porque los vientos de cambio que amenazaban mi tierra
Pasan sobre la isla, abanicando el espacio y se marchan de largo
Dejándonos huérfanos a los de afuera y los de adentro Cubanos todos,
deseando lo mismo: !!Que el cambio sea solo para LA LIBERTAD!!
Pretenden acallar esas voces que no callaran, que se alzaran de pronto
A través de sus letras, desdibujando utopías y fabricando verdades
Que viajaran lejos, que se harán escuchar;
Porque los vientos de cambio que amenazaban mi tierra
Pasan sobre la isla, abanicando el espacio y se marchan de largo
Dejándonos huérfanos a los de afuera y los de adentro Cubanos todos,
deseando lo mismo: !!Que el cambio sea solo para LA LIBERTAD!!
AUDOMARO ERNESTO
Noctumbre
Hay
noches que el silencio corre
tras la voz para decirse
y el amor arroja a los amantes por la ventana
tras la voz para decirse
y el amor arroja a los amantes por la ventana
Ahora
todos duermen
no avanza el reloj
ni siquiera sabe el tiempo que existo
no avanza el reloj
ni siquiera sabe el tiempo que existo
Hay
noches casi siempre
que el sueño deja de ser cama para el cansancio
y los ojos son resplandor inmenso en el cuarto
que el sueño deja de ser cama para el cansancio
y los ojos son resplandor inmenso en el cuarto
ANGELES MASTRETTA
Salir
Salir.
Un paso al frente
convencidos mis pies iban en busca
de los cuatro costados:
risa y gesto, alegoría y espada.
Abierto a lo imposible
de par en par mi traje exhibiendo la piedra
(mil tallas por la torso de aluminio)
en la ciudad que me vestía de esfinge.
Sólo di un paso atrás:
fruta difunta
de mi deseo y mis dientes.
Un paso al frente
convencidos mis pies iban en busca
de los cuatro costados:
risa y gesto, alegoría y espada.
Abierto a lo imposible
de par en par mi traje exhibiendo la piedra
(mil tallas por la torso de aluminio)
en la ciudad que me vestía de esfinge.
Sólo di un paso atrás:
fruta difunta
de mi deseo y mis dientes.
AURELIA LASSAQUE
Una casa de piedra…
Una
casa de piedra y cortinas de lino coloreadas por la mezcla de la luz y el
polvo.
El
océano, vasto horizonte, mira por la ventana.
En la
casa, una mujer aún virgen; su cabello de ceniza que punza el viento de alta
mar danza con la noche.
Sobre
la mesa, sus viejos muebles plegados atraen su mirada cuando las aves nocturnas
comienzan a cantar.
Versión de Raúl Durán
CONCHA URQUIZA
Un soñar con el
pálido ramaje...
Un soñar con el pálido ramaje
y las llanuras donde cuaja el trigo,
un aspirar a soledad contigo
por los húmedos valles y el boscaje:
un buscar la región honda y salvaje,
un desear poseerte sin testigo,
un abrazado afán de estar conmigo
viendo tu faz en interior paisaje:
tal fue mi juventud más verdadera;
en el clima ideal de tu dulzura
maduró mi divina primavera:
y tuve mi esperanza tan segura,
como que en la hermosura pasajera
se me entregaba, intacta, Tu hermosura.
Un soñar con el pálido ramaje
y las llanuras donde cuaja el trigo,
un aspirar a soledad contigo
por los húmedos valles y el boscaje:
un buscar la región honda y salvaje,
un desear poseerte sin testigo,
un abrazado afán de estar conmigo
viendo tu faz en interior paisaje:
tal fue mi juventud más verdadera;
en el clima ideal de tu dulzura
maduró mi divina primavera:
y tuve mi esperanza tan segura,
como que en la hermosura pasajera
se me entregaba, intacta, Tu hermosura.
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