sábado, 1 de mayo de 2021


 

ESPERANZA ZAMBRANO


 

Muchas gracias

 

 

Muchas gracias;
muchas, muchas gracias.
Qué va. Está muy bien.
Dispénseme, señora.
No hay de qué.
Está completo, pero está muy bien.
Un farsante, un cuentista,
un enterao
la Place de l’Alma—, un cualquiera,
me da igual.
Cuando usted quiera.
Ah, señora, ¡si usted supiese!
Está bien.
Aquellos buenos tiempos…
Mas París es París, y está muy bien.
Aunque no lo comprendo.
L’Étoile, Notre—Dame, Les Champs,
se sabe, ¿por qué no?
Encuentro, encontraré, ¿encontré
ya?
Entonces, apresúrese, vaya.
¿Por qué no?

 


ISABEL ABAD

 


 

Pedida luz

 

 

Lenta, mordida torpemente inclino
la fresa violeta de mis sueños.
Salgo al dolor de abrirme a mi tormenta,
de regresarme al pozo de estos dedos
por donde vierto ciega tanta vida.

 

Me llama el viejo oficio de aturdirme
los delicados nudos de mi sangre,
la paz de hundirme tardes en la esquina
que tan tembladamente me ha crecido.

 

Llueve el reloj su prisa despiadada.
Mi corazón, en tanto,
me desvive la luz que anduve herida.
De nuevo está lloviendo mi locura:
será el sudor,
esa mojada mácula muriéndome,
esa señal de mar, esa respuesta
que altiva nazco a quien a amarme acuda;
Será mi entraña en bodas con el miedo,
mi compasión de mí
que quise en este templo
la boca de otra vida estremeciéndome.
Será que estoy entrada de cipreses
esta prieta ansiedad desarrimada
del roce estrecho del caudal henchido.

 

Estoy diciembre
desde que tiemblo el corazón tan hondo.
Mi nieve está en camino.
Será que curvo el alma a su sosiego,
será mi corazón arrodillado,
pedido de otra luz quien me despierta
la lava abierta de mi mar primero.

 

Me asusto en la cintura:
nunca otro anillo ató más turbulencia.

 

 


NAHUI OLLIN

 

 

 

Supremo egoísmo

 

 

El egoísmo supremo es el inagotable deseo, la ambición desmedida del vivirse en el aislamiento, supremo egoísmo–Satisfacción cerebral.–

 

No hay nada más interesante que el mundo que llevamos dentro–no hay nada más ilimitado que nuestro espíritu, y no debemos buscar ninguna otra fuerza o potencia para vivir o para producir: hay que fecundar en sus propias entrañas y dar a luz.–

 

Pretender obtener de todas las cosas fuerza, y expresarla, es impotencia, debilidad, nulidad.–

 

Bastarse a sí mismo es la eliminación de toda necesidad–la solución del problema intelectual.–

 

Soledad, magnitud donde sólo uno se escucha, donde no subleva el ruido de la matraca impertinente y absurda de la pobre humanidad que de uniformadas y mezquinas opiniones vive, aturdiéndose de trágicas risas nerviosas, nacidas del terror de mirar el propio vacío, la nada que cada uno significa,–cadáveres flotantes antes de la podredumbre misma del pellejo.–

 


ROSARIO SANSORES

 

 

 

Me vestí de negro

 

 

Me vestí de negro cuando te marchaste,
me vestí de negro…
y en torno a mis ojos oscuros y graves
se formó un gran cerco.
Me vestí de negro. Mi traje rosado.
lo guardé angustiada dentro del ropero…
¡Ya que tus pupilas no me acariciaban
dejé de rizarme también el cabello!
Ni sedas. ni lujo … ni rojo en los labios,
¡no iban a tentarte con su aroma fresco!
Guardé los perfumes. dejé de pintarme.
dejé de mirarme también al espejo …
Y de pronto. un día. todo fue cambiando.
te fuiste borrando dentro de mi pecho.
otra voz de hombre comenzó a arrullarme
y me fui quitando mi vestido negro.
Qué tonta. me dije. vestirme de lutos.
por aquel ingrato que no lo merece…
y otra vez brillaron mis ojos oscuros
y fui como un árbol cuando reverdece.
Ahora tu recuerdo no me causa daño.
Estás de mi vida tan lejos, tan lejos…!
que olvidé tus labios
por otros más dulces henchidos de besos…

 

JESÚS AGUADO

 

 

 

Como un águila

 

 

Como un águila,
Dios
también de vez en cuando necesita
descansar de Sí Mismo
y replegar Sus alas
y dejar de volar por un instante.
Nosotros somos árboles plantados por Sus manos,
apenas una mancha en el paisaje
de lo Eterno:
lugares
para que Dios repose.

 

Vikram Babu pregunta:
¿qué crueles leñadores os talaron?

 

NIEVES XENES

 


 

Al pueblo de Cuba

 


Pueblo que ayer, en lucha pavorosa,
tu libertad sagrada defendiste,
no pierdas el derecho que adquiriste
derramando tu sangre generosa.

 

No olvides en inercia vergonzosa
la empresa que valiente a cometiste;
no abandones la senda que emprendiste,
cumple abnegado tu misión gloriosa.

 

¡Heroico paladín de santa idea,
sé grande como ayer en la pelea,
no te ciñas tú mismo tu mortaja;

 

no en mezquinas e inútiles porfías
agotes tus potentes energías;
si libre quieres ser, piensa y trabaja!