"Un poema si no es una pedrada -y en la sien- es un fiambre de palabras muertas" Ramón Irigoyen
sábado, 12 de agosto de 2017
LAURA CASIELLES
Como entonces, como siempre
Voy a pedir ayuda a
la hermandad lejana.
Carlos Edmundo de Ory
Venid
los justos de acción y de omisión,
los
limpios de alma,
quienes
tienen sucias las manos de cavar cimientos,
que
vengan, como entonces, como siempre,
el
poeta de la tribu y la cocinera
de las
fuerzas de los mártires,
los de
la palabra exacta,
los del
abrazo presto,
venid,
venid
aprendices de lo mismo y admirados maestros,
desconocidos
compañeros de parecidas luchas,
las
profetas,
las
insultadas,
las
inocentes,
venid
las otras mujeres del corazón del hombre que amo,
primeras
a las que salvar si se hundiera este barco,
los imposibles
camaradas del insomnio
con
quienes discutimos encendidos los leves matices de lo improbable,
venid
los que
compartís el sueño y las penurias que arrastra el sueño
venid
como
entonces, como siempre,
venid
hermanas del abismo y de los brotes:
que
está el cielo preñado de un presagio negro
y sea
para vencerlo o para caer
mejor
será que estemos cerca.
MARTA JAZMÍN GARCÍA NIEVES
La luz fugitiva
Discurro
mi noche entre los pliegues
de tu
vigilia amarillenta.
Perdida
como
estoy
en esta
gran ciudad
de
penumbras pavimentadas,
solo me
queda perseguir
la luz
intermitente
que
emite tu silueta eléctrica.
Solo me
conviene
encender
con tu ficción
mi
esqueleto
para
balancearme entre la gente.
RICARDO PLATA SOTO
IV
Mi
abuela me despierta en mis sueños
tenía
todos sus dientes,
su
sonrisa era una cadena de recuerdos blancos,
había
dejado la prisión con ruedas,
caminaba
con zapatos nuevos hechos a su medida
traía
tulipanes del huerto de dios,
venía
con ropa de ángel
y un
poco de rastros de nube en los dedos.
Su
vista dejaron de ser las vendas
y a
través de sus ojos veía un umbral al paraíso.
Me dijo
que el mar también llora,
que me
vio festejar su aniversario luctuoso,
que me
escucha aun con mi boca cerrada,
que al
recuperar la vista
vio al
amor y ambos sabían de ti.
VICENTE ROBALINO
Silencio y perdón
Los
lunes huyen
con su
silencio incrustado en la carne
como si
importara más el miedo que el perdón
La
cicatriz que deja la convalecencia
que el
pájaro enarbolado en su propia desgracia
y
pintado con los desánimos con los que se consume el tiempo
ese
héroe que inaugura la vida con los primeros pasos
con los
primeros cielos que en verdad son mares
y la
tierra con su primer latir en la penumbra.
Los
lunes son mendigos hambrientos
que se
ponen a implorar desde las siete
en la
plaza donde apenas cabe una raquítica lluvia
y uno
que otro desquerer en la piedra de las recordaciones.
Un día
menos y el domingo mostrará sus llagas
de
tanto ser solo perdón debajo de todas nuestras culpas
y de
mirar sus remordimientos de arriba a bajo
como
diciendo: “desnudo vine denudo me iré”
sin
volver la vista y con su único dolor por delante.
CHRISTIAN ZURIETA
Bisagra
Una
chispa únicamente, si la enciendes,
brotes
de negra llamarada alguna,
son
pequeñas fogatas corriendo como duendes
al
llenarse el menguante de la luna.
Sabrás
que hay vida en palabras tristes,
en la
abundancia del corazón si lo plasmas.
Te
ruego, vida, cuando me necesites,
asesina
a los antiquísimos fantasmas
y
déjame pasar.
SANTIAGO GRIJALVA
Agenda
I
Las
tareas me encojen
los
hombros
me
siento
absurdo
al rozar
la
responsabilidad canina
de
ladrar al mínimo sonido.
Pero
los truenos
me
separan de la labor
y me
vuelvo
para
desangrar en un cuaderno.
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