sábado, 12 de agosto de 2017

VICENTE ROBALINO

  


Silencio y perdón



Los lunes huyen
con su silencio incrustado en la carne
como si importara más el miedo que el perdón
La cicatriz que deja la convalecencia
que el pájaro enarbolado en su propia desgracia
y pintado con los desánimos con los que se consume el tiempo
ese héroe que inaugura la vida con los primeros pasos
con los primeros cielos que en verdad son mares
y la tierra con su primer latir en la penumbra.

Los lunes son mendigos hambrientos
que se ponen a implorar desde las siete
en la plaza donde apenas cabe una raquítica lluvia
y uno que otro desquerer en la piedra de las recordaciones.

Un día menos y el domingo mostrará sus llagas
de tanto ser solo perdón debajo de todas nuestras culpas
y de mirar sus remordimientos de arriba a bajo
como diciendo: “desnudo vine denudo me iré”
sin volver la vista y con su único dolor por delante.



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