jueves, 14 de junio de 2018


ANA ROSETTI





Demonio, lengua de plata...

                                                          «Truman Capote»



Arcángel desterrado y refugiado en mi anhelo;
cada vez que la albahaca se movía
a mi vientre tu mano apuñalaba
y en el raudo abanico de luces y luciérnagas
o en la pared confusa, donde el enfebrecido
pájaro de la noche se cernía,
aparecías tú.
Continua caracola prendida de mi oído;
hasta cuando la hierba, de grillos relucientes
salpicada, de pronto enloquecía
podíase escuchar tu lengua colibrí.
Y había que decidirse
entre el blanco inocente del naranjo
y tu oscura coraza.
Duro, frío y deslumbrante estuche
para tan dulce torso, terciopelo.


CARMEN GONZÁLEZ HUGUET





3.



De repente la rosa se hizo llanto,
y el abrazo se convirtió en ausencia,
y el celo se cambió en indiferencia,
y el gozo más deseado fue quebranto.

Como una nube, se borró el encanto
que fascinó la luz de la conciencia
y obnubiló la flor de la experiencia
con su perfume que apreciara tanto.

¿Por qué no fue el engaño duradero?
¿Por qué sólo en la llama del sentido
se dibujó la llama porque muero?

No quiero que la arena del olvido
me haga pensar de todo lo que quiero:
-¿Y si sólo fue un sueño lo vivido?


De: "Locura Amor"


IBN ZAYDÚN





Aquellas gacelas de moradas tan amables para mí!



¡Aquellas gacelas de moradas tan amables para mí!
Mi corazón les pertenece, las niñas de mis ojos, y el fondo de mi ser.
Tuyo es mi amor. La humanidad entera me es testigo.
Tú también lo serías si la envidia te abandonara.
Nunca se perdiera la unión entre nosotros
si tú hubieras amado como yo. 


ALDO CALDERON

   


Este pasadizo que me lleva a los versos que plagié



Este pasadizo que me lleva a los versos que plagié
me lleva por desagües que llegan a este río
que tiene nombres de héroes
en historia de campeones
en canchas con arqueros atajadorazos
por goles hechos en el pasadizo
llenos de líos donde los atajos están apagados






LUIS LÓPEZ ANGLADA





El poeta camino de Francia



Me voy, me voy, me voy. Una barrera,
una muga de piedra y un sendero
y ya para mis pies el mundo entero
poniendo al corazón una frontera.

Y tan lejos estás que no hay siquiera
un pañuelo en el aire ni un  «te quiero» .
En otra tierra ya. Soy extranjero.
-¿Cómo se dice amor?-  . Nadie me espera.

Y ya ves, sigo andando y sigo andando
y, paso a paso, te me vas quedando
como un lejano sueño desvaído.

Otra luz, otra tierra, otra belleza.
Y el corazón se llena de tristeza


OLVIDO GARCIA VALDÉS





El recorrido del sol cuando cae...



el recorrido del sol cuando cae
la noche, el recorrido
de la noche, hacia dónde
va llegando, mirar
lo conocido como signos
que son y ya no son, un aceite
de estar, representar
su hueco,
desplazados miramos
como si fueran los otros
siempre a estar ahí y de
pronto no están o no estuvieran


De: "Y todos estábamos vivos"